Uno de mis capítulos favoritos de la segunda temporada de 'What If' fue el de Kahhori, una mohwak que se adentra en un lago prohibido ... y, bueno, pasan cosas... (que tampoco es cuestión de estropearles el entretenimiento). La serie de animación es, con 'Loki', lo mejor que ha hecho Marvel en los últimos años. Esta semana, sin embargo, se estrenó 'Echo' que, sin llegar al asombro, no está mal.
Creo que me lo he pasado bien porque es corta -cinco episodios-, por tener, al menos, la intención de sorprender -esas escenas en blanco y negro, el uso de la música, la ubicación- y por Kingpin, qué demonios. Vincent D'Onofrio hace un papelón increíble:vuno llega a pensar que dibujaron al personaje después de verle a él. La protagonista, Maya, interpretada por Alaqua Cox, también merece un aplauso sincero. Es una actriz con personalidad y, la verdad, es fantástico el uso que hacen con el lenguaje de signos -ella es sordomuda-.
El caso es que 'Echo' me sorprendió, sobre todo, porque podría ser una continuación de aquel capítulo del que les hablaba de 'What If'. Solo que, por muy buenas intenciones que tenga la serie, no llega a ser tan redondo ni tan emocionante como el episodio de Kahhori. Llegados a este punto, recomendar una serie de Marvel es un ejercicio de atrevimiento muy considerable.
Recomendar a los que no saben si verla, digo, porque entiendo que somos muchos los enfermos que las seguimos casi como una obligación. ¿Cómo lo vamos a dejar ahora, después de tropecientas películas y series? Aunque, la verdad, es más fácil que nos agotemos nosotros a que otros se animen a subirse al carro. Y eso, teniendo en cuenta que esto es la gallina de los huevos de oro, debería hacer pensar a más de uno.
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