'Volveréis': Jonás Trueba celebra el desamor

'Volveréis' puede verse como la cinta más 'comercial' de Jonás Trueba, la primera que puede tener recorrido fuera del circuito de cine de autor. Premio a la mejor película europea en la Quincena de Cineastas del Festival de Cannes, esta melancólica tragicomedia que llega el 30 de agosto a las salas tiene como punto de partida real un excéntrico comentario del padre del realizador, que ante una ruptura sentimental sugirió a su hijo que organizara una fiesta para celebrar la ruptura.

Así que la pareja formada por una directora de cine (Itsaso Arana, compañera de Trueba en la vida real), y un actor (Vito Sanz) se embarca en la organización de una despedida con concierto al final del verano, mientras se reparten los libros que han acumulado en catorce años de convivencia. Sus amigos, atónitos, no terminan de creerse que se separen y responden a la invitación de la fiesta con un «volveréis».

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El autor de 'La virgen de agosto' encuentra así una original manera de abordar la ruptura amorosa. Bajo el tono cómico y ligero late el drama soterrado de unos amantes que encuentran en la absurda premisa de una fiesta una manera de postergar el duelo. El personaje de Arana es una cineasta que rueda una película en un juego metacinematográfico que nunca queda forzado ni pedante. Ahí queda el brillante hallazgo de guion en el que ella le graba en una prueba para conseguir un papel, casi la única vez en la que, actuando, se dicen de verdad lo que sienten.

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Estrenada en Francia con gran éxito de crítica, 'Volveréis' transcurre, como el resto de la filmografía de Trueba, en un Madrid bohemio y ajeno al turismo, de pisos interiores con patio de vecinos, cafés y librerías de Lavapiés y puestos del Rastro. Quizá la peripecia argumental llega a resultar repetitiva y el metraje cercano a las dos horas se antoja excesivo, pero merece la pena asistir a la discusión sobre si el cine de Blake Edwards resulta hoy machista, buscar la tumba de Truffaut en el cementerio de Montmartre y emocionarse con la participación de Fernando Trueba como actor, casi interpretándose a sí mismo, al que su hijo rueda con indisimulado amor y agradecimiento.