México llora a su gran diva Silvia Pinal, la inolvidable Viridiana de Luis Buñuel

«Decía que era ateo gracias a Dios, pero murió con un sacerdote a su lado, que se supone que conserva sus cenizas», explicaba la diva, que también confirmaba la imagen del cineasta aragonés como un erotómano pudoroso: «Recuerde la escena de 'Viridiana' en la que me quito las medias vestida de monja. Don Luis no pasaba apuros al rodar esas escenas porque las llevaba en la cabeza».

México llora a Silvia Pinal, que falleció este jueves a los 93 años. «Fue, simplemente, la mujer más importante de la industria del espectáculo en México, de todos los tiempos», resume el diario 'Milenio'. Debutó en el cine a finales de los 40 y obtuvo su primer Ariel, el Goya mexicano, en 1952 por 'Un rincón cerca del cielo', protagonizada por el actor y cantante Pedro Infante.

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El cómico Cantinflas, padrino de una de sus cuatro bodas, le dio su primer papel estelar en 'El portero' y, ya en los años 60, se puso en manos de Buñuel. Palma de Oro en Cannes, 'Viridiana' fue tachada de blasfema por El Vaticano y la propia Pinal puso a salvo una copia de la película sacándola a escondidas de España y enterrándola en la hacienda del torero Luis Miguel Dominguín en México. En 'Simón del Desierto' no dudó en descubrirse los senos simbolizando las tentaciones del Demonio, que se le aparecían al eremita protagonista subido a una columna.

Silvia Pinal tuvo cuatro maridos: el actor y director Rafael Banquells, el productor Gustavo Alatriste, el cantante y actor Enrique Guzmán y el político del PRI Tulio Hernández Gómez. La actriz logró ser diputada y senadora. Era la madre de la cantante Alejandra Guzmán y bisabuela de una hija de Luis Miguel. Vio morirse a una hija y una nieta bautizadas Viridiana.

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Protagonista de telenovelas, presentadora durante veinte años del programa 'Mujer, casos de la vida real', que denunciaba el maltrato a las mujeres en un país machista, Silvia Pinal podía presumir de contar con un retrato suyo pintado por Diego Rivera, que cuelga en su mansión de El Pedregal, el barrio de los ricos en DF. Los medios mexicanos la lloran y calculan un herencia multimillonaria.