¿Hay películas que son muy entretenidas, pero que no son buenas? Sin duda y la última que nos ha presentado Netflix es prueba de ... ello. 'Equipaje de mano' es una historia adrenalítica en la que pasa de todo y no todo lógico, aunque la velocidad de la narración apenas da tiempo a reflexionar sobre lo que te están contando. Es una producción estadounidense que dirige el español Jaume Collet Serra, un cineasta especializado en este tipo de cine de acción y, es más, especializado en viajeros, sean en trenes, aviones o aeropuertos como es este caso.
La acción de desarrolla en el aeropuerto de Los Ángeles el día de mayor tráfico aéreo, en Nochebuena. Es una de las cosas con las que se asemeja a 'La jungla de cristal'. Y no la única. Si en aquella Bruce Willis estaba permanentemente en tensión en todas partes, aquí el protagonista, Taron Egerton, también. Y si hace años se decía que Mel Gibson era el actor que mejor corría en el cine, ahora la plusmarca ha pasado por méritos propios a Egerton.
Aquí Egerton es un anodino trabajador que controla los equipajes de mano por el escáner del aeropuerto y que es chantajeado para que deje pasar un maletín que contiene una bomba. Al principio se pliega a ello, ya que le están vigilando con un rifle con mira telescópica, y su novia, trabajadora en la facturación de equipajes, también está en el punto de mira. Pero pronto se rebela e intenta evitar que la bomba que ha dejado pasar llegue al avión e incluso desde la bodega de este, ya en vuelo, intenta desactivarla.
Todo ello en un aeropuerto abarrotado de viajeros que regresan a sus casas, con los vuelos a tope y con una mujer policía que ante la incompetencia de sus superiores intenta atrapar a los terroristas.
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