¿Quién se atreve a ver 'La mesita del comedor'?

La sugerencia corrió como la pólvora, haciéndose viral. «Escalofriante y terroríficamente divertida», añadía en su prolífica labor de prescriptor online el famoso juntaletras. Disponible en Estados Unidos en varias plataformas en 'streaming', en España pudo ver la luz hace meses en algunas salas, con una distribución muy limitada -lo que se llama estreno técnico-, pero hasta este viernes no había encontrado su lugar bajo demanda.

Filmin se ha llevado el gato al agua y ha adelantado el lanzamiento tras el bombazo del «tuit» del amigo King. Estaba previsto que el estreno fuera en junio, con algunos pases presenciales en paralelo, pero la publicidad que ha supuesto la inesperada sugerencia entusiasta del maestro del horror literario ha acelerado los acontecimientos para aprovechar la promoción y evitar el pirateo descontrolado. Surfear la ola a tiempo es lo suyo, en una excelente maniobra de marketing.

Cuando Caye Casas, director y coguionista de 'La mesita del comedor' -junto a Cristina Borobia-, comenzó a mostrar la película a algunos distribuidores y festivales, recibió un rechazo inicial que le llevó a replantear la trayectoria de la obra (fue sonada, y ahora más, su ausencia en Sitges). «Es una película que no debería existir», le reprochó un conocido exhibidor. «Da para un documental, incluso mejor que la película, todo lo que nos ha pasado con ella», señala el cineasta catalán, superadas las mil y una dificultades que se ha encontrado en el camino antes del triunfo definitivo. «Es muy bestia, aquí no nos hizo caso casi nadie y tuvimos que arrancar el periplo de la película en festivales pequeños, fuera de casa».

La Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián le abrió las puertas y se llevó el Premio del Público, ex aequo con la cinta argentina 'Cuando acecha la maldad'. La lista de galardones es enorme, en citas internacionales. Podemos afirmar, frente al establishment del cine nacional, que es, sin duda, la película española más premiada de la temporada en festivales, figurando en cerca de media centenar de palmarés alrededor del mundo, entre ellos el Premio a la Mejor Película del Festival de Cine Fantástico de Bruselas. El boca-oreja es esencial en un proyecto de estas características, una película independiente, pequeña, audaz y desvergonzada, que no deja indiferente. Hay espectadores que se salen del pase mientras otros aplauden con algarabía un humor extremadamente negro que congela la sonrisa.

«Soy de la época dorada de los 80 en la que ibas al cine y flipabas viendo 'Los Cazafantasmas', 'Regreso al futuro' y esas joyas de aquellos tiempos», se define Casas. «Aparte, vengo del mundo del cómic y me encanta explicar historias». Inició su andadura tras la cámara junto a Albert Pintó ('Nowhere', 'La casa de papel'). Ambos firmaban como Pintó & Caye, un dueto de cineastas inquietos incapaces de quedarse con los brazos cruzados esperando a que un productor avispado apoyase sus ideas delirantes. Arrasaron en festivales con cortometrajes laureados a rabiar, como 'RIP' o 'Nada S.A.', y su ópera prima, 'Matar a Dios', levantada con el esfuerzo de un equipo entregado y un puñado de mecenas entusiastas, se llevó el codiciado Premio del Público en Sitges, dirigiendo a Itziar Castro, Eduardo Antuña, Boris Ruiz y David Pareja en una comedia excéntrica que presentaba a Emilio Gavira como un peculiar... ¿Dios?

Ya luciendo su carrera en solitario, Caye está recibiendo numerosas llamadas de productores interesados en su siguiente locura, incluyendo firmas estadounidenses. «La película ha dado mucho de qué hablar, pero no nos hacía ser visibles, no conseguíamos nada claro, sobre todo en España», cuenta. «El estreno en Estados Unidos cambió todo. Fue muy limitado pero saltó en alquiler a Amazon y Apple y empezaron a reseñarla algunos tiktokers conocidos, subrayando que era una de las películas más perturbadoras de todos los tiempos, que hacía mucho que no se veía nada igual». Mick Garris, responsable de 'Sonámbulos' o 'The Stand' -basadas en textos de King-, la recomendó en Internet como la mejor película de terror del año. Llegó a los oídos de Stephen King, quien le escribió un mensaje privado a Casas felicitándole por 'La mesita del comedor', «es como una historia de Poe pero mucho más oscura y con mala leche».

«A los veinte minutos de que King colgase el post y la gente comenzase a compartirlo, empecé a recibir mensajes de representantes y productoras muy potentes de EE.UU.», relata Casas. «Ahora todo el mundo se quiere reunir conmigo y quiere saber cuáles son mis próximos proyectos, gente que antes no nos hizo ni caso». Suele pasar. El rey del terror se fija en una película independiente española y todo cambia. Hace que exista a los ojos de todo el mundo.

«Todavía estoy flipando que este hombre haya visto la peli y haya dicho lo que ha dicho, ni en mis mejores sueños me lo hubiera imaginado», resalta el máximo responsable de 'La mesita del comedor', una apuesta extrema por momentos que no oculta su condición de cine alternativo y aprovecha una idea sorprendente para llamar la atención. Todo parte de la compra de la mesita hortera que da título al filme. Una pareja en horas bajas, con un bebé recién nacido, decide cambiar el look de su salón sin imaginar que que la adquisición del objeto es el principio de una tragedia sin parangón. La peor decisión de su existencia.

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«Para la industria somos invisibles, unos outsiders que hacen un cine que nadie se atreve a hacer», defiende rotundo Casas, esperanzado ante la posibilidad de poder afrontar su siguiente película «con una producción en condiciones, cobrando un sueldo». David Pareja («Amigo») y Estefanía de los Santos («Que Dios nos perdone») protagonizan 'La mesita del comedor', en cuyo reparto figura también la añorada Itziar Castro. A ver cómo funciona en Filmin esta incómoda historia, hecha con cuatro euros, sin ayudas y una total libertad creativa, que ha encontrado su lugar gracias al público, los festivales y un tal Stephen King. Abstenerse estómagos débiles.