Borrar
Tribuna libre

Bofetón a Canarias con el pretexto del Sáhara: contestación a D. Antonio Morales Méndez

Rafael Esparza Machín

Experto en el Magreb

Martes, 22 de octubre 2024, 21:23

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Acabo de leer con detenimiento el artículo de opinión firmado por D. Antonio Morales Méndez titulado «Un nuevo bofetón al Sáhara y a Canarias». Después de leerlo, decido dar mi parecer sobre unas opiniones que considero inoportunas, desafortunadas, inconsistentes y sobre todo peligrosas para nuestro archipiélago.

Dice el Sr. Morales que, Marruecos «dista mucho de ser un régimen democrático» y además, que su expansionismo afecta de forma directa a Canarias.

Con respecto al régimen marroquí, Marruecos es una democracia constitucional donde el parlamento y el rey se dividen responsabilidades, como pasa en los sistemas semipresidenciales (Portugal, Francia, etc.), donde el presidente tiene una serie de responsabilidades y otras las tiene el parlamento. Entre las responsabilidades del rey está la de ser comendador de los creyentes, como lo es Carlos III en el Reino Unido, cabeza de la iglesia anglicana. Las democracias son variadas e incompletas aún entre las más asentadas. A Marruecos se le debe comparar, sobre todo, con los sistemas políticos de su entorno magrebí: Argelia, Túnez, Libia, no con las democracias parlamentarias avanzadas del primer mundo, aunque este sea el objetivo a medio plazo del actual sistema político marroquí.

En relación al expansionismo marroquí, sólo recordarle Sr. Morales, que Marruecos y Etiopía eran los dos únicos países independientes en África al comienzo del siglo XX. Marruecos fue un imperio que según César Cantú se perdía en la inmensidad del Sahara. El mapa del gran Marruecos atribuido a El Fassi, entre los tenían en sus cancillerías las grandes potencias mundiales, están publicados y son fáciles de consultar. Los más antiguos datan del siglo XVII.

Este imperio fue mutilado, al sur (por España) y al sur y este (por Francia). Estas mutilaciones han sido reconocidas como fronteras por Marruecos, tanto a Mauritania, como a Mali e incluso a Argelia que se llevó un buen trozo del Marruecos histórico. Sin embargo, Marruecos nunca aceptó la descolonización del Sáhara occidental español y siempre lo ha reivindicado, en especial, desde 1944 en las conferencias de Tánger y Casablanca, como territorio patrio.

Si hablamos de expansionismo, miremos a Argelia a la que Francia recreció a costa de Túnez, Libia, Marruecos y el Azawag (Sáhara irredento) creando desde un protectorado otomano en la costa mediterránea, el estado más extenso de África y que no conforme con ello, pretende su salida al Atlántico a través de un protectorado sobre el Sáhara occidental con el polisario como testaferro.

Asimismo, cuando en la Unión Africana trató el caso canario, llevado a Trípoli y Addis Abeba por Argelia, donde se discutía la descolonización de Canarias, quienes defendieron la españolidad de nuestro archipiélago fueron Marruecos y Senegal. Argelia, en aquellos momentos, era el cuartel de invierno de Cubillo y ETA.

Sr. Morales, cuando usted culpabiliza a Marruecos del deterioro del sector pesquero de Canarias olvida que, en los acuerdos de Madrid, se reconocía y respetaba el derecho a la flota pesquera artesanal canaria a faenar en el tradicional banco canario-sahariano. En un acuerdo posterior se sacrificó, a petición de la parte española, esta singularidad canaria, a cambio de más licencias a la flota de cefalópodos y de sardinales.

De todas maneras, el declive de la flota canaria comenzó con los asaltos a sus barcos y muerte a sus marineros. A estos muertos y heridos nunca se les ha reconocido como víctimas del terrorismo y su partido Nueva Canarias lo permitido cada vez que ACAVITE lo ha planteado en el parlamento canario. Señalar que Tampoco el Polisario ha pedido nunca perdón por esos asesinatos.

En cuanto a la financiación española del puerto de Agadir, no merece ningún comentario, salvo la ignorancia que representa el plantearlo como un problema. Lo mismo podría haber utilizado nuestras inversiones pesqueras en Nuadibú.

Cuando usted habla con respecto a la competencia agrícola Marruecos-Canarias, me recuerda a los conflictos agrícolas con los franceses, antes y después de nuestra adhesión a la Unión Europea. El problema con el tomate canario está más vinculado con las operaciones necesarias para situarlas en los mercados europeos (cinco operaciones canarias contra dos marroquíes) y en el coste de las semillas, fertilizantes, construcción y energía para los invernaderos y también, es verdad, del diferencial del coste de la mano de obra. ¿Por cierto, sabe usted qué porcentaje de canarios trabajan en los invernaderos y en la flota artesanal canaria?, me temo que muy pocos.

A cerca de la Zona Económica Exclusiva Marítima indicar que si Marruecos lo hizo de forma unilateral hace dos años, España lo hizo, de la misma forma, hace muchos más tiempo sin que ello tuviera consecuencias, ya que la zona económica debe ser aprobada por organizaciones internacionales, después de deliberaciones multilaterales.

De todas maneras, los intereses canarios estarían mejor defendidos, ahora, en una negociación bilateral con Marruecos, ya que dilatándose en el tiempo, no se estará seguro del estatus de las aguas canarias. Sin embargo, hoy se puede tratar de una simple mediana entre Canarias, como cuasi-estado archipielágico y no como archipiélago de estado, y el Reino de Marruecos. Por cierto, las prospecciones petrolíferas, creo, que las han hecho los dos estados, cada uno en sus aguas territoriales y sin éxito alguno.

Usted se refiere a la violación de derechos humanos. Es cierto, que hubo numerosas violaciones de derechos humanos por parte marroquí, no sólo en el Sáhara, sino también en otras partes de Marruecos. Con el reinado de Mohamed VI estos derechos se respetan y se corrigen los errores de los años de plomo creando una comisión de justicia y reparación presidida por represaliados de izquierdas, que estudian públicamente los daños causados y los reparan judicial y económicamente.

En los campamentos por el contrario, nunca se han reconocido los crímenes, persecuciones, violaciones y desmanes producidos, incluso antes de la devolución del Sahara y que pese a estar documentados, siempre han sido desechados por una serie de organizaciones no gubernamentales y también por partidos políticos como el suyo Nueva Canarias y por instituciones públicas, cabildos y ayuntamientos dando amparo y ayuda económica a reconocidos imputados criminales.

Reconozco que antes era más difícil dar a conocer y demostrar estos atentados contra los derechos humanos, no había móviles para grabarlos. Hoy en día ya son muchos los documentos gráficos y sonoros que lo demuestran y tampoco se les puede callar, llamando traidores o vendidos, a aquellos que desde las campamentos o huyendo de ellos lo relatan y confirman. No solo intentaron e intentan

callar a los autóctonos saharauis, más de 10.000 que han abandonado los campamentos desde 1976, entre ellos, la mayoría de la cúpula fundadora del Polisario, sino también a aquellos que como yo, manifestamos desde hace tiempo la realidad del Sáhara marroquí y a la de los campamentos, sin olvidar el origen del problema: Argelia.

Con bastante rubor, voy a relatar algo en la que he sido parte interesada. En enero de 1992, en un debate televisivo, dirigido por José Luis Balbín: «La Clave» fui el único que mantuvo claras posturas anti-polisarias, aunque bien es cierto que al final del debate algunos me apoyaron. A partir de ese momento, aparecieron varias pintadas en Las Palmas insultándome, amenazaron a mi familia telefónicamente y por supuesto me acusaron de ser un agente al servicio de la inteligencia marroquí.

En 2005, cuando intervine en la Cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU y firmaba como profesor de la universidad, se desató otra campaña, similar a la anterior, pidiendo mi cese como profesor de la U.L.P.G.C. e incluso se abrió una investigación discreta donde el rector Manuel Lobo declara que la denuncia no tenía fundamento. Llevamos algún tiempo donde peticionarios en la misma Comisión firman como Cabildo Insular de Gran Canaria, sin acreditar el mandato, y que yo sepa no se ha abierto ninguna investigación ni nadie ha pedido responsabilidad alguna.

Por otro lado, las explicaciones que pide el Sr. Morales al presidente de Canarias, el Sr.Clavijo, que por cierto, en mi opinión, ha hecho lo que tenía y debía hacer, por el bien de nuestras islas; esas explicaciones las debería asumir y realizar el presidente del Cabildo de Gran Canaria, dando cuenta de todos aquellos actos sectarios utilizando la sede del Cabildo Insular, con símbolos no autorizados y dando tratamiento preferente no regulado a la rasd y al Polisario.

Las explicaciones se deberían centrar sobre todo en decirnos a dónde van las jugosas ayudas económicas directas a los campamentos u organizaciones afines de forma directa o indirecta. Deben aclarar de forma exhaustiva la cantidad de dinero que se dio y en qué fue empleada. Qué partidas financiaron los viáticos y dietas a miembros políticos y laborales del Cabildo, para asistir a actos partidarios con el trasfondo de solidaridad con el Sáhara.

Volviendo a la representatividad del pueblo saharaui hay que reconocer que en la última sentencia del Tribunal Europeo de Justicia se le da al polisario una parte alícuota de esa representatividad y no la pretendida por el polisario, como único y legítimo representante de dicho pueblo. El pueblo saharaui está representado al menos por las siguientes posiciones.

En primer lugar, aquellos que siguen viviendo desde el origen del conflicto en el antiguo Sáhara Occidental, hoy Sáhara marroquí (más del 70% del censo español de 1974) y los que se han incorporado al territorio desde los campamentos (más de 10.000 entre 1977 y la actualidad). Podemos decir que alrededor del al 80% de los reconocidos en el censo español o sus descendientes, viven actualmente en el Sahara marroquí, participando en todas las actividades políticas, administrativas y electorales sin discriminación alguna.

En segundo lugar, los que viven en los campamentos de la Hamada de Tinduf y que ya no están representados únicamente por el polisario sino por otras posiciones como la del MSP (Movimiento Saharaui por la Paz) que presenta otras alternativas diferentes para solucionar el conflicto. Nunca llegaron a 20.000 desplazados (27% del censo español) y que actualmente son menos de 16.000. Todos ellos sin registro internacional de la A.C.N.U.R. sin documentación, sin derechos, que no pueden abandonar los campamentos sin una acreditación del Polisario y otra de Argelia que los documenta en su salida al exterior: La mayoría son rehenes más que refugiados. Aquí sí estoy de acuerdo, con el Sr. Morales, se producen las mayores violaciones a los derechos humanos, por parte polisaria y argelina, estando abierto Marruecos a recibirlos, como lo viene haciendo desde un principio.

En tercer lugar, se encuentran los que viven fuera de los campamentos y del Sáhara marroquí, dispersos por varios continentes, y en especial asentados en Mauritania, que pueden agruparse en una de las dos posiciones anteriores, o tomar cualquier otra posición (calculo que en torno a 5.000).

Concluyendo, me gustaría decir que la marroquinidad del Sahara es un hecho indiscutible, está ampliamente aceptada por la comunidad internacional, como lo demuestra la apertura de 32 Consulados Generales en El Aaiún y Dajla, sumándole el apoyo explícito de más

de 115 países a la iniciativa de autonomía bajo soberanía marroquí, como única solución a este contencioso regional.

Al mismo tiempo, la mayoría de los estados miembros de la O.N.U. no reconocen la rasd, y apoyan el proceso político, bajo la égida exclusiva de la O.N.U., como única vía para alcanzar una solución política definitiva al contencioso regional sobre el Sáhara.

A este respecto, quiero subrayar que la rasd no es más que una emanación de los intereses geopolíticos y de la agenda hegemónica de Argelia. No tiene territorio propio, la población está inflada artificialmente y el gobierno no es más que un títere del país anfitrión. Como ya hemos dicho antes, la gran mayoría de la población saharaui vive en el Sáhara marroquí.

Por último, la obstinación de Argelia en negarse a comprometerse , de buena fe, en el proceso político está retrasando la solución definitiva del contencioso regional sobre el Sáhara marroquí, manteniendo como rehenes a la mayoría de los habitantes de los campamentos de Tinduf e hipotecando el futuro de los pueblos de la región. Impidiendo la construcción del gran Magreb árabe que tanto interesa al bienestar de los pueblos norteafricanos, a la unión europea y en definitiva a la humanidad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios