Secciones
Servicios
Destacamos
Todo va muy rápido, la mayoría de las cosas tienen unos cimientos de barro y como la superficialidad y el postureo marcan el paso, en la actualidad resulta muy sencillo pasar del cielo al infierno. En un abrir y cerrar de ojos, quien está considerado ... un ejemplo a seguir, un estandarte de la modernidad puede pasar a ser el diablo, un apestado del que nadie quiere saber nada.
La actriz española Karla Sofía Gastón es un ejemplo y lo que ha sucedido con ella es un aviso para navegantes tanto de las redes sociales como en la vida real. Su interpretación en la película 'Emilia Pérez' la llevó al estrellato y a estar nominada como mejor actriz en los principales galardones cinematográficos. Cuando la carrera por el Óscar entró en su tramo final, salieron a la luz unos comentarios suyos de hace unos años, muy desafortunados por su contenido xenófobo y anti-islamista en la red social Twitter (ahora X, aunque es el mismo estercolero). Y de la noche a la mañana, quienes la adoraban como actriz comenzaron a repudiarla –incluido el director de la película 'Emilia Pérez'–. Y quienes la vieron y la convirtieron casi en un nuevo icono por ser trans, ahora también la desprecian y abogan por la política de cancelación que en otras ocasiones han rechazado para otros artistas.
Estas son las cartas con las que toca jugar. Tanto si se tiene trascendencia pública o no, porque el caso de esta actriz es trasladable a cualquier persona, solo con un ámbito de difusión más reducido. Y es que cualquier cosa que se diga o se exhiba en cualquiera de las redes sociales o en público se puede convertir, tiempo después, en un disparo en el pie.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.