Suiza solo hay una

Aspiramos a lo imposible. Queremos caer bien a todos, tomar decisiones que no perjudiquen a nadie, contentar a propios y extraños...pero Suiza solo hay una. El libro de las buenas intenciones difunde que el mundo ideal existe, aunque una nota a pie de página se empeña en romper el espejismo. «Advertencia para la nueva política: nadie tiene el don de caminar sin pisar callos. Elija entre gobernar o ser oposición». Podemos debió de olvidar la lección cuando llegó al poder, porque por muchos ángeles que pueblen la literatura no se puede criticar la política de inmigración cuando está en el Gobierno que la dicta. Neutralidad, la justa.

El partido morado comparte desde hace un año Ejecutivo estatal con el PSOE y sentarse en esa silla implica mucho más que mandar en sus tan ansiados tres ministerios. Pablo iglesias se partió los cuernos por entrar con voz y voto en el Gobierno, con lo que ahora debería ser capaz de dar un zapatazo en la mesa si no comparte la estrategia que Marlaska y Escrivá ante la nueva ola migratoria que sufre Canarias. Así funciona un gobierno de coalición, no como compartimentos estancos en los que se entra con orejeras para evitar disgustos.

La carta firmada la pasada semana por casi 50 cargos públicos de Podemos Canarias supone un movimiento propio de un partido que está en la oposición, pero no de una formación que en teoría comparte poder en igualdad de condiciones. Choca especialmente que la misiva esté firmada por diputados nacionales que han tenido oportunidad en varia ocasiones de votar a favor de la reprobación del ministro de Interior y no lo han hecho. Tampoco se les conoce a dirigentes como Meri Pita o Alberto Rodríguez -nada menos que número tres nacional de Podemos- iniciativa alguna en el Congreso para forzar un giro real en la estrategia que Madrid sigue para encerrar a 7.000 inmigrantes en el archipiélago. ¿Si tan hartos están de las decisiones de los ministros socialistas por qué no usan su poder para cambiarlas?

La iniciativa de los dirigentes morados carece de auténtico valor si no viene acompañada esta misma semana de una declaración de Echenique, Montero o Iglesias del mismo calado e intensidad con las que los líderes nacionales de Podemos paran los pies al PSOE en asuntos como tentar a Cs, retrasar el Ingreso Mínimo Vital o poner límites al precio de la vivienda. Eso problemas sí deben ser política de Estado para la cúpula, los de Canarias se quedan en buenas intenciones. Es cierto que a Suiza nada le salpica pero también que su neutralidad nunca cambió el mundo.