El cambio climático ya no es una advertencia lejana; está aquí, y nos afecta de lleno. James Hansen lo advirtió hace décadas: si no actuábamos, ... las olas de calor extremo, las sequías y los fenómenos impredecibles llegarían. Hoy, los informes lo confirman. Según World Weather Attribution, en 2024 el calentamiento global ha sumado una media de 41 días de calor extremo al año.
Y en Gran Canaria, lo sentimos. Los 37,1 °C en noviembre en La Aldea de San Nicolás no fueron un dato curioso: fueron un aviso. En enero, solo cayó el 13 % de las lluvias habituales. Y las calimas, cada vez más densas y frecuentes, se han convertido en una amenaza para nuestra salud. En 2023, sufrimos más de 20 días consecutivos con temperaturas superiores a 30 °C... fuera de verano.
No podemos normalizar esta realidad. Tenemos que actuar y tenemos un plan. En 2025, Gran Canaria será un ejemplo de sostenibilidad con acciones concretas.
Energía limpia y compromiso real
No hablamos de buenas intenciones, sino de hechos. Vamos a duplicar los puntos de recarga para vehículos eléctricos, hasta llegar a 98 estaciones en zonas urbanas, turísticas e industriales. La movilidad sostenible tiene que ser accesible para todos.
En cuanto al autoconsumo energético, superaremos con creces los valores de 2024 y vamos a seguir trabajando para avanzar en las cubiertas de viviendas y empresas. Lugares como el Jardín Canario y la Cueva Pintada contarán con paneles solares y sistemas de almacenamiento para optimizar la energía. Y, además, impulsaremos proyectos de renovables en otras instalaciones del cabildo, aparcamientos o la ULPGC.
Y no nos quedamos ahí. RESH2PORT, un proyecto colaborativo con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y la Autoridad Portuaria de Las Palmas, impulsará la descarbonización del transporte público con hidrógeno verde producido localmente. Este tipo de alianzas son las que marcan la diferencia.
Además, invertiremos 30 millones de euros para explorar la energía geotérmica en el sureste de la isla. Vamos a perforar hasta 2.700 metros para incorporar esta fuente limpia y constante al vector energético insular.
Y cuando haya más energía de la que necesitamos, no la desperdiciaremos: las grandes baterías del GC Arena, que salen en enero a licitación, así como las del Polígono Industrial de Arinaga y zonas industriales de Jinámar almacenarán los excedentes de energía solar para utilizarlos cuando haga falta. Avanzaremos en el almacenamiento con baterías, mientras llega el agua desalada al Salto de Chira durante el año próximo.
Adaptarnos para resistir
Aunque mitigar los efectos del cambio climático es clave, sabemos que la adaptación es igual de importante. Tenemos que prepararnos para resistir lo que venga. Por eso, lanzamos «Impulsa Maspalomas», un proyecto que, con 5,5 millones de euros de fondos europeos, reforzará la resiliencia de la zona turística. Mejoraremos las dunas y la charca, digitalizaremos parte de su vigilancia y gestión y haremos que Maspalomas sea un ejemplo de sostenibilidad en un entorno complejo.
También seguimos apostando por la restauración de ecosistemas con proyectos como Masdunas y Post-Life Nieblas, que reforestan y aprovechan técnicas innovadoras. En las costas, programas como Natalie y CostAdapta trabajan para reforzar las infraestructuras y mitigar el impacto del aumento del nivel del mar.
En 2025, la mejora de la gestión de residuos orgánicos será clave. La generalización del contenedor marrón permitirá recoger de manera separada los residuos de origen vegetal y restos de alimentos en toda la isla. Gracias a esto, los Ecoparques Norte y Sur podrán aumentar su capacidad de tratamiento y transformar estos residuos en biometano y compost de alta calidad. Este paso refuerza nuestra economía circular, reduce las emisiones de metano de los vertederos y fomenta una gestión más sostenible y eficiente.
Y porque prevenir es proteger, seguiremos reforzando Alertagran, una herramienta de alerta y gestión temprana frente a emergencias como los incendios forestales. Con este sistema, podemos anticiparnos a fenómenos extremos y coordinar respuestas rápidas y efectivas.
Por otro lado, la futura Oficina de Compensación de Emisiones será clave en 2025. Esta oficina coordinará proyectos de reforestación y restauración ambiental, y facilitará a empresas y entidades compensar su huella de carbono. Sin duda, esta es la manera de hacer que la economía y la sostenibilidad trabajen juntas.
Cuidar lo que nos hace únicos
Gran Canaria es mucho más que un lugar; es nuestro hogar. No podemos permitir que se pierda lo que la hace especial. Por eso, implementaremos un sistema de reservas y lanzaderas para regular el acceso al Roque Nublo. Queremos que siga siendo un símbolo de la isla, pero con un turismo respetuoso que lo preserve.
En el Jardín Canario, hemos iniciado nuevas actuaciones para revitalizar su planta viva y reforzar su papel como espacio de divulgación científica y ocio. La Finca El Galeón también se beneficiará de una gestión renovada durante el 2025 para fomentar y potenciar su uso como espacio educativo y de conservación.
Y seguiremos trabajando para restaurar ecosistemas singulares como lo estamos haciendo actualmente en el palmeral de Casas Blancas, en que estamos impulsando actuaciones de restauración y mantenimiento que garanticen su supervivencia. Y todo ello mejorando el cuidado de nuestra fauna y garantizando el bienestar animal sin descuidar los programas de sensibilización y formación, especialmente entre los más jóvenes.
Un horizonte de esperanza y acción compartida
Gran Canaria está en el camino correcto. Las medidas que estamos implementando no solo buscan frenar los efectos del cambio climático, sino transformar nuestro entorno para hacerlo más resiliente, más justo y más habitable para todos.
El futuro que queremos para 2025 es posible gracias al compromiso de cada persona, cada comunidad, cada empresa y cada institución. No hablamos solo de adaptarnos al presente, sino de construir un modelo que inspire a otros territorios: una ecoisla que protege lo que la hace única, que apuesta por la innovación y que cuida de su gente y su biodiversidad.
Las dificultades son reales, pero nuestra capacidad de respuesta también lo es. Gran Canaria puede y debe ser un ejemplo de cómo, con voluntad y cooperación, se puede pasar de la amenaza a la oportunidad. La sostenibilidad no es un fin lejano; es el presente que estamos construyendo.
En 2025 no vamos a aflojar un punto porque queremos ser una referencia en sostenibilidad y convivencia con nuestro entorno. Porque sabemos que la respuesta al desafío climático no está en manos de otros: está en las nuestras. Juntos, podemos liderar el cambio.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.