Pues la reacción que avanzaba en anteriores artículos está llegando. La sociedad empieza a hartarse del inmovilismo, del mirar hacia otro lado, de eludir responsabilidades ... y de no sacar adelante ningún proyecto, solo fotos y más fotos, sonrisas y más sonrisas. El deporte en Canarias sigue envuelto en un papel celofán que impide ver la cruda realidad. Desde el inicio del curso escolar he ido detallando que nadie se ha preocupado en el estado de las instalaciones deportivas de los centros educativos de las islas. Solo se habla de la élite, de acudir a presentaciones sin relevancia o de dar trofeos sin tino, pero la semilla o el germen del deporte en las islas está en una situación caótica.
El Centro Integrado de Formación Profesional Felo Monzón Grau-Bassas de Las Palmas de Gran Canaria siempre ha sido un referente formativo para el deporte e incluso desde la consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deporte del Gobierno de Canarias alguno habla de la joya de la corona en formación profesional. Pues bien, si ustedes se dan un paseo por esas enormes instalaciones o les entrará pánico o comprobarán cómo se están riendo del deporte.
Los alumnos que cursan sus ciclos de formación vinculadas al deporte están, junto al profesorado, hartos de la situación. Desde hace muchos años, el alumnado desgraciadamente se ha acostumbrado a un paraje terrorífico, que se asemeja a escenas de guerra, con canchas de baloncesto sin canastas y en estado de abandono absoluto, con una piscina convertida en un estercolero en cuyo interior hay dos porterías mantenidas por piedras e infraestructuras destrozadas. Pero esta dura realidad se ha acrecentado desde el curso pasado.
El Felo Monzón cuenta con un pabellón de unos 5.000 metros cuadrados. Un pabellón que desde su inauguración no cuenta con vestuarios, algo rocambolesco. Pues bien, desde el curso pasado esta instalación deportiva, auténtica alma para los alumnos del centro, está cerrada a cal y canto. Una cinta acordona el lugar y es que el techo está en peligro, ya que el mantenimiento de esta instalación ha sido nulo.
Los alumnos peregrinan para hacer sus clases prácticas entre El Batán y la Ciudad Deportiva Gran Canaria, gracias al Cabildo de Gran Canaria y al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, mientras desde la consejería, viceconsejería o direcciones generales no hay en marcha ni un solo proyecto de futuro. Eso sí, todos ilusionados con una exposición del deporte en noviembre. Que siga la fiesta.
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