Con estas líneas pretendo, si me permiten, provocar alguna sonrisa porque la situación es tan dantesca que produce una reacción contraria. «Las ratas invaden Mesa ... y López», «La plaga de ratas entra en los comercios» o «Guerra a las ratas de Mesa y López» son alguno de los titulares que habrán podido leer en CANARIAS7 estos últimos días, unas noticias que ya han tenido eco en medios nacionales. La presencia de ratas en una de las principales arterias comerciales de la capital grancanaria invita a la reflexión, porque más allá de luces y actos rimbombantes, hay temas que siguen sin solucionarse.
Pero en ese tono jocoso que le quiero dar al asunto, invito al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a que potencie la imagen de los roedores en la ciudad como enganche turístico. En primer lugar le podrían encargar a Josué Quevedo la celebración de una gala o un pasacalle homenaje a roedores de gran relevancia, con motivo del Carnaval, a celebrar en Mesa y López. Ahí no podrá fallar Mickey Mouse, como figura invitada estrella en una ciudad que acoge a ratas de todo tipo. El Ratoncito Pérez, Pixie y Dixie, Speedy Gonzáles, Stuart o Remy, la rata de la película Ratatouille, también acudirían a una fiesta en una ciudad amable que invita a sus roedores a hacer sus compras en los establecimientos y a campar a sus anchas por sus calles.
Esto también provocaría que muchos disfraces del próximo Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, o algunas de las letras de distintas murgas, tengan a las ratas como fuente de inspiración, y es que la capital grancanaria suena con fuerza en el mundo de los roedores como foco de atracción, gracias a su limpieza y al trabajo bien hecho.
El consistorio, a través de la Sociedad de Promoción, puede organizar el LPA Rats Festival, una cita en la que ratas de todo el mundo pueden venir a la capital grancanaria a una convivencia en torno a un festival musical de altura, con un gran escenario en la Plaza de España. También existe la posibilidad de celebrar la LPA Night Rats, una carrera popular nocturna de ratas, con salida en la Plaza de España y meta en el Arsenal que provocaría el patrocinio, sin dar subvención, a numerosas casas de apuestas que estarían interesadas en el evento.
En definitiva, Las Palmas de Gran Canaria se puede convertir en la ciudad de Mickey Mouse, un lugar donde a veces la realidad supera a la ficción. Y colorín, colorado, ¿este cuento habrá acabado?
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