
Emergencia hídrica y crisis moral en el PSOE
Pedro M. San Ginés Gutiérrez
Senador por la Comunidad Autónoma de Canarias y expresidente del Cabildo de Lanzarote
Viernes, 21 de marzo 2025, 23:13
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Pedro M. San Ginés Gutiérrez
Senador por la Comunidad Autónoma de Canarias y expresidente del Cabildo de Lanzarote
Viernes, 21 de marzo 2025, 23:13
El Día Mundial del Agua es un buen momento para explicar la verdadera razón que subyace en la emergencia hídrica que recurrentemente padece Lanzarote, y ... no es otra que una profunda crisis de valores, compromiso y asunción de responsabilidades por parte del PSOE lanzaroteño, cuya secretaria general, cabeza de lista y diputada por la Provincia de Las Palmas, Dolores Corujo, permanece instalada en mentiras oficialmente certificadas y obsesionada por construir un falso relato con el que aspira a encubrir la absoluta inacción, incompetencia e irresponsable revanchismo político que caracterizaron los cuatro años que la padecimos en la Presidencia del Cabildo de Lanzarote y, por ende, del Consorcio del Agua.
Aunque la memoria es frágil, fueron décadas de malos gobiernos PSOE-PIL los que hundieron Inalsa –empresa pública perteneciente al Consorcio de Aguas que gestionó en régimen de monopolio el Ciclo Integral del Agua (CIA), desde 1989 hasta 2013– casi siempre con el PSOE ostentando la Presidencia del Cabildo y, por tanto, teniendo la máxima responsabilidad política en hundimiento de la empresa.
En 2009, entonces ya con el PSOE gobernando en solitario, tal había sido el desastre de su gestión que el CIA agonizaba por falta de mantenimiento, ahogado en deudas acumuladas que superaban los 50 millones de euros –ni electricidad le suministraban a precio de mercado por impagos– y lo que es peor, sin recursos ni capacidad de maniobra para atender las frecuentes incidencias que provocaban permanentes cortes de agua y amenazaban con el colapso total del ciclo.
Así las cosas, a petición de los acreedores, que intentaban no perderlo todo, la justicia declaró ese año 2009 el «concurso necesario de acreedores» y apartó a los cargos públicos del PSOE de la dirección de la empresa, poniendo al frente de la misma a tres administradores judiciales, al tiempo que decretaba el embargo preventivo de propiedades de estos y anteriores directivos por valor de unos 11 millones de euros, que afectaban en torno a un 90 % a miembros del PSOE y PIL.
Este fue el panorama que me encontré cuando, a finales de 2009, accedí a la Presidencia del Cabildo: un CIA intervenido por la justicia que había apartado a los dirigentes políticos del PSOE de su gestión. Pero no fue hasta 2013 cuando logramos levantar el concurso tras la adjudicación del CIA por parte del Consorcio a Canal Isabel II –empresa que gestiona el de la Comunidad de Madrid– que había ganado el mismo con una oferta de más de 100 millones de euros. Entonces Coalición Canaria cogobernaba en el Cabildo con el PSOE y eran miembros del Consorcio del Agua, los número uno y dos del PSOE (aun lo son), Dolores Corujo y José Juan Cruz, alcaldes de San Bartolomé y Tías respectivamente; siendo la primera la única de los siete regidores municipales que participó de principio a fin, con su voz y su voto en todo el procedimiento: en la aprobación del pliego de condiciones, en el negociado con publicidad y en la propia adjudicación para, años después de levantado el concurso de acreedores, negar públicamente su participación y acusar a Coalición Canaria de haber privatizado el agua. A día de hoy, Dolores Corujo sigue negándolo, a pesar de los múltiples certificados oficiales que acreditan cuanto digo y tienen en su poder los medios de comunicación.
En el año 2017 una sentencia de la Audiencia Provincial resolvió que debía revisarse de oficio la adjudicación de 2013 por supuestas modificaciones sustanciales, pero el denunciante se retiró y decayó su ejecución. Sin embargo, Dolores Corujo, que aspiraba a la Presidencia del Cabildo en el año 2019, y ya con el PSOE fuera del gobierno, en uno de los primeros gestos de la miseria política que desde entonces ha caracterizado su modus operandi, se desmarcó de todo el procedimiento del que fue actora principal, junto a mí, para acusar en campaña electoral a Coalición Canaria de privatizar el agua y prometer que si llegaba a la Presidencia del Cabildo, ella ejecutaría aquella sentencia, que anularía su propia adjudicación, y «devolvería la gestión del agua al pueblo». Y llegó, pero por supuesto que en los cuatro años que presidió la corporación no hizo nada de lo que prometió al pueblo, y no lo hizo porque nadie mejor que ella sabía que mintió en todo momento, e iría contra sus propios actos, y lo que es peor, durante esos cuatro años (2019-2023) no invirtió ni un céntimo de euro de fondos públicos propios en el CIA, con lo que, cuatro años después, la situación había vuelto al desastre con que se encontró Oswaldo Betancort. La historia se repetía y Coalición Canaria heredaba de nuevo del PSOE una endiablada situación de emergencia hídrica.
En lo único en que, como presidenta del Consorcio del Agua, Dolores Corujo sí empleó todas sus energías, esfuerzo y malas artes, fue en montar una falsa denuncia contra mí desde la atalaya del Consorcio del Agua que en Lanzarote rige el CIA por delegación municipal, y con la que durante años el PSOE me arrastró por los juzgados y me atacó con incontables notas de prensa oficiales que me presentaban como a uno de los mayores delincuentes de la historia política de Canarias y que, lógicamente, copó decenas de portadas y noticias en múltiples medios de comunicación. Pero esa es otra historia de la que ya salí absuelto.
Pero ni el PSOE ni Corujo aprendieron la lección. En el presente mandato, en cuanto el actual presidente, ante la gravedad de la situación, ordenó destinar urgentemente recursos públicos al CIA, la primera andanada del PSOE fue denunciar que el Consorcio y el Cabildo estaban haciendo inversiones ilegales con fondos públicos, que correspondía hacer a Canal Gestión. Por contra, la última ha sido denunciar que los presupuestos del Cabildo de 2025 no cuentan con inversiones en el CIA. Es decir, el PSOE y Corujo son capaces de denunciar una cosa y justo la contraria sin sonrojarse, si de atacar a CC se trata.
Lo mismo ocurre con un reciente Auto del Supremo que valida otro de la Audiencia Provincial obligando a investigar si hubo responsabilidad por negligente gestión política de mis antecesores en INALSA –la mayoría miembros del PSOE– y que fue informada por el actual presidente en el último pleno del Cabildo. Dolores Corujo asegura ahora que es falso dado que fue ella quien cerró el Concurso de Acreedores (solo posible tras la adjudicación al Canal de Isabel II en la que, como expliqué líneas atrás, negó haber participado) y que Oswaldo miente. Y es que cuando se trata de intentar destruir al adversario, Corujo es capaz de algo tan inaudito como presumir de haber sido ella quien «hizo aquello que paradójicamente negó haber hecho», o participado siquiera.
Por todo esto, y mucho más que no cabe en un artículo, afirmo que la crisis hídrica que vive Lanzarote tiene su origen en una muy mala gestión del CIA en la que el PSOE ha tenido la máxima responsabilidad histórica. Pero si no hemos salido aún de ella es porque se precisaba de un pacto insular por el agua, que diera continuidad a lo que emprendimos con el PSOE en 2013, aunque ahora lo nieguen, pacto que no ha sido posible por la crisis de valores, de moral y decencia política que lleva instalada en el seno de la dirección del PSOE lanzaroteño desde hace ya demasiados años. No será fácil, pero no tengo dudas de que Coalición Canaria, con Oswaldo Betancort y su equipo, volveremos a revertir la situación heredada, esta vez sin el PSOE.
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