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Vea la portada de CANARIAS7 de este jueves 13 de febrero

Nueva Canarias (NC) presentó sus candidaturas para el gran ciclo electoral de 2019. Y lo hizo en La Gallera, junto al campo López Socas, llenando las instalaciones y concitando a numerosas personas que vinieron tanto de Tenerife como de otras islas. No fue casualidad el sitio escogido, en Las Galleras se forjaron en otro tiempo páginas importantes del nacionalismo canario y fue recinto para la UPC en la época de la Transición. En la entrada había una mesa editorial vendiendo diversos libros y publicaciones, lo que denota que es una organización que aún cuida la cultura política frente a la insustancialidad de los argumentarios y de los eslóganes vacíos. Ayer estaban congregadas las diferentes ramas que han constituido el nacionalismo canario de naturaleza progresista en estas décadas: antiguos militantes de la UPC, votantes de ICAN de antaño o aquel movimiento de cristianos de base que podría representar dirigentes como Carmelo Ramírez.

Es un momento decisivo para las islas. Tanto si suman las tres derechas como si Pedro Sánchez está en La Moncloa amarrado a la apetencia de turno de los soberanistas catalanes, en ambos escenarios, Canarias pasará a un segundo plano. Por supuesto, el pulso de inversiones disminuiría si no hay peso de escaños del nacionalismo de aquí que pueda revertir el dinero que se destina a otras comunidades autónomas. Pero es que Canarias, bien mirado, no es una más. Ya no cabe perpetuar la fórmula del café para todos que se empleó en la descentralización cuando otros han roto ahora el pacto territorial. Canarias es una nacionalidad, región cualitativamente distinta al resto que merece otro tratamiento. Si hablamos de reabrir la Transición, el debate de la organización del Estado y la reforma de la Constitución, el archipiélago no puede quedar sujeto a la uniformidad. No se puede tratar de forma igual situaciones desiguales.

Pedro Quevedo aspira a seguir siendo decisivo. A representar junto a la candidata al Senado María José López esa voz que se haga oír entre las bancadas del multipartidismo que solo ronda los intereses que se pactan en Madrid. Canarias no son dos provincias y un delegado del Gobierno. Román Rodríguez, Antonio Morales, Quevedo y otros allí presentes bien que lo saben. Aquí hay masa social más que suficiente para construir la identidad del pueblo canario, abanderar sus reivindicaciones sociales y desplegar el nacionalismo que agrupe las sensibilidades de las islas. Pero eso hay que hacerlo desde la limpieza institucional: no cabe ni por asomo que Canarias pueda defenderse con un presidente que está imputado por delitos de corrupción como Fernando Clavijo. Es muy serio lo que está pasando. Y es un argumento más para asumir que votar a CC en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote es directamente tirar el voto. Un ejercicio estéril que conduce a la nada. Por eso la propuesta de Paulino Rivero molestó en CC. Si NC logra el escaño de Quevedo se podrá hablar de una nueva dimensión política. Y Canarias no será relegada. Se hará valer.

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canarias7 NC y el diputado Quevedo