Somos sede

Le reto a que le ponga sobre la mesa los números 'macro' de las islas: a la cola en inversión en dependencia o educación. Entre las últimas en escolarizar a los niños y niñas de entre 0 y 3 años. En el último vagón en servicios públicos como sanidad y con escaso desarrollo de las ayudas de emergencia, sin plazas sociosanitarias desde hace años, pese a que ya vamos por el tercer plan de infraestructuras, sin plazas para personas con discapacidad en centros ocupacionales con miles de jóvenes abandonados por el sistema en sus casas.

Sin desarrollar la Ley de Atención Temprana y dejando si cobertura a miles de niños y niñas de 0 a 6 años en las islas que requieren cuidados especiales para paliar e incluso evitar una minusvalía, con casi el 40% de la población en el umbral de la pobreza, con ciudadanía que, aunque trabaje no llega a fin de mes y hace cola en Cáritas para subsistir.

Con el Banco de Alimentos recortando los «lotes» porque no llega a cubrir la demanda, sin centros de emergencia habitacional para las personas sin hogar. Con trabajadores y trabajadoras exhaustos por falta de personal en casi cualquier servicio, incluyendo la «industria» del turismo, o clamando por todos los rincones que no podemos hacernos cargo de 6.000 menores migrantes y por eso los tenemos hacinados y sin escolarizar, deseando que cumplan 18 años para largarlos fuera.

Con barrios destartalados, algunos sin aceras, con unas infraestructuras hidráulicas con las que un arqueólogo podría hacer carrera, con basuras que no se recogen, así estén amontonadas en ese macrobar en que se ha convertido la playa de Las Canteras, playa en la que duerme, por cierto un buen número de personas entre nativos y nómadas digitales.

¿Pero qué significa todo esto, le explicaremos a esa persona extranjera, cuando, por fin, ya somos sede de un mundial masculino de balompié? Los pobres diablos no lo entenderían Pero solo porque no son canarios.