Hablar de lenguaje es ponerle un nombre al intento de expresión; el concepto abarca las diversas modalidades con que se busca trasmitir algo, bajo el ... anhelo de que sea captado y hasta comprendido. En el ámbito de la comunicación, es una tentativa sin mayores garantías: a veces se consigue el pleno entendimiento del mensaje, a veces no. Si el intento de expresión fuera un náufrago que busca la orilla lejana para evitar ahogarse, nadie debería dar por sentado su salvación.
Comunicar, y hacerlo con eficiencia, es de una sencillez difícil. A menudo necesitamos más de un sistema de signos para dejarnos entender: expresamos nuestras ideas con las palabras y reforzamos su sentido con los gestos del rostro o el movimiento de los brazos; también con los brazos y el rostro damos a conocer nuestros sentimientos, incluso sin necesidad de hablar o escribir. Hay múltiples lenguajes, y algunos son especialmente misteriosos como el literario cuando sigue las formas tan fascinantes de la poesía.
Sucede que todo poema está escrito en un idioma concreto, como el inglés o el quechua, pero a la vez fue urdido con el exclusivo lenguaje del poeta. Lo que nos moviliza y traspasa, al leer un poema, es el aura personalísima e indescifrable de su expresión textual. La música opera de una manera equivalente en su público, con una fuerza arrolladora que en tres o cuatro minutos de una canción se pueden fijar a perpetuidad su ritmo y su letra en la memoria. Poesía y música, enraizadas en común desde sus remotos orígenes, enaltecen la experiencia de lo humano.
Cuando en Canarias se celebra año tras año el Festival Internacional de Danza Contemporánea, Masdanza, se afianza la vocación del archipiélago por el arte; además, como la danza es un lenguaje del cuerpo, se pone de manifiesto el esfuerzo colectivo por tratar de comprendernos más allá de los límites de un idioma y sus convenciones. La danza es un lenguaje del cuerpo que se complementa con otras formas de expresión como la música, en consonancia con los movimientos, y la oralidad, mediante palabras o frases que se sueltan al viento como si fueran versos.
El poder de la danza es sugestivo y performativo, como evidenciaron 'in crescendo' las cuatro compañías reunidas en el mirador de las dunas de Maspalomas el primer sábado del festival internacional. Con el fondo de la arena como si fueran cuerpos tendidos al sol y el mar como una manta que cubre o abriga, 'Mur' (14'30'') de Santa Cruz de Tenerife, 'En cuclillas' (12'30'') de Málaga, 'Dérive' (15') de Pamplona y 'Litania' (15') de Milán trasmitieron su desasosiego, su furia, su piedad y sus protestas a través de sus coreografías. Durante casi una hora de espectáculo al aire libre de un otoño ardiente, esa juventud en escena se entregó a la audiencia con giros y estampas de inolvidable brillantez, como quien decide salvar a un náufrago a costa de su propio cuerpo; el cuerpo y su lenguaje lleno de significado e intriga.
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