Vea la portada de CANARIAS7 de este martes 25 de febrero

El presidente de Ucrania, Volodímir Oleksándrovich Zelenski, ya ha dejado caer que está dispuesto a renunciar al cargo si con eso logra la paz. Ha ... añadido que pondría como condición el ingreso de su país en la OTAN, pero sospecho que, a poco que Estados Unidos, siga presionando, el hombre se olvidará esa exigencia.

Publicidad

No olvidemos que estamos hablando de un presidente que cayó en el cargo casi por accidente. Venía de ser un cómico que no aparecía en las primeras encuestas con posibilidades de triunfar y que sin embargo llegó al poder; después Putin ejecutó la invasión y a partir de ahí nació el 'Zelenski personaje', el líder de la resistencia que jugó muy bien las cartas de la comunicación y que nos ganó a todos con su ejercicio de heroísmo ante la maquinaria bélica de Rusia.

Sospecho que Zelenski es sabedor del cansancio de los suyos, que también estarán deseando que la guerra se acabe. A sabiendas, por supuesto, de que eso conllevará cesiones dolorosas. A día de hoy, viendo que EE UU está del lado de Putin y que la Unión Europea no tiene criterio ni pinta nada en ese diálogo de paz entre Washington y Moscú, los territorios de Ucrania más próximos a Rusia, así como los que ocupó por la fuerza antaño, seguirán bajo el control de Putin. Y será así por los siglos de los siglos.

El ardor patriótico suele menguar con el paso del tiempo y se acaba imponiendo el deseo de paz. Ha sido así desde el principio de los tiempos y es un sentimiento absolutamente comprensible. Es más, hagamos el ejercicio de trasladar la tesitura a nuestra realidad más próxima:supongamos que, de repente, al rey de Marruecos se le cruzan los cables y toma Ceuta o Melilla. Acto seguido, España declararía la guerra, nos iríamos a un largo conflicto, que llega a los tres años, con cientos o miles de muertos en los dos lados, con llegadas diarias de féretros, entierros, restricciones económicas... y se activa la movilización militar obligatoria. La pregunta entonces será dolorosa pero también inevitable:¿cuánto tardará una parte importante de la población en poner en balanza el sacrificio y el patriotismo e inclinarse a pensar que el acuerdo es necesario, incluso cediendo una de aquellas plazas?

Publicidad

En las guerras de desgaste es preciso tener un arsenal bien abastecido, ingentes recursos económicos y una población entregada. Cuando uno de los tres pilares flaquea, entonces cae todo el edificio bélico. Es lo que está pasando en Ucrania y Zelenski lo sabe.

Este contenido es exclusivo para registrados

Regístrate de forma gratuita

Publicidad