El viaje de Viera

A la hora en que se tomaba la primera imagen, la UD tenía la cabeza puesta en el partido de Copa del Rey contra el Manacor. Sobra decir que en la concentración amarilla también se habló mucho de la imagen. Por suerte, los profesionales amarillos tiraron de oficio y lograron, una vez más, mantenerse al margen del conflicto entre el jugador de La Feria y el club.

Vayamos ahora con la intrahistoria. Según la versión oficial de la entidad deportiva, Viera tenía permiso esta semana para ausentarse de los entrenamientos y desplazarse a Madrid para un tratamiento médico. Pero lo de coger un vuelo a Emiratos Árabe fue harina de otro costal. Solo Viera sabe si alguien más en el club estaba al tanto, como también en el club conocen si no avisar del desplazamiento a Oriente Medio fue un despiste del jugador o es otro episodio en la escalada de tensión.

Sea como fuere, estamos ante otra entrega de un culebrón que está pasando factura a todas las partes. Y entre ellas incluyo a la afición, que estará con el corazón partido: a un lado los que están con Viera y al otro los que anteponen al club. Así las cosas, la pregunta es inevitable: ¿tan difícil era resolver de manera amistosa el conflicto?

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Estamos hablando de un jugador que en las últimas temporadas ha sido santo y seña de la UD y un icono para la afición. Pero no es menos cierto que sin equipo, las estrellas no brillan solas. Como también es innegable que el entrenador es quien debe tener la última palabra sobre quiénes juegan y cómo (y es así porque si las cosas no salen bien, el técnico es el primero que paga los platos rotos). Y estamos hablando también de un jugador con sobrado oficio, que ha militado en varios clubes (extranjeros incluidos) y que, por tanto, tiene experiencia sobrada para lidiar con momentos delicados y para saber que siempre hay que intentar un acuerdo. Prolongar el desacuerdo no le favorece, máxime cuando está en el tramo final de su carrera profesional. Y si Viera no lo ve por sí mismo, alguien de su entorno debería explicárselo.