Del director
AmapolasSecciones
Servicios
Destacamos
Del director
AmapolasA los británicos les encanta el protocolo, como también la pompa y la circunstancia. Supongo que son cosas vinculadas a eso que conocemos como la ' ... flema británica' y ciertos tics de supuesta superioridad vinculados al hecho de que durante siglos fueron un imperio de ultramar. Como también lo fue España, pero con la diferencia de que el nuestro se fue por el sumidero por incapacidad propia de saber gestionarlo.
Andan estos días los británicos con los ojales y las pecheras luciendo amapolas, ya sea como pins, réplicas en papel o creaciones más sofisticadas, incluyendo joyería de varios quilates. A eso se añaden bufandas y todo tipo de prendas de vestir igualmente decoradas con amapolas.
Se trata del símbolo utilizado para recordar a los caídos en las guerras en defensa de la patria y el día elegido para ello es el 11 del mes undécimo porque fue cuando se acabó la Primera Guerra Mundial. El pasado domingo, a las 11 (todo tiene su simbolismo), el Reino Unido se paró literalmente para guardar dos minutos de silencio en recuerdo de los hombres y mujeres caídos en acción de combate. Como también se recordó a los animales igualmente muertos en las guerras, que cuentan con su propio memorial en uno de los parques londinenses.
En ese ejercicio de recuerdo a las víctimas, los británicos se unen y aparcan la procedencia de cada cual. Estamos hablando de un Estado fruto de la unión (forzada o por devoción, porque eso lo han superado razonablemente) entre cuatro naciones, y es verdad que alguna de ellas se ha replanteado la independencia (Escocia), pero siempre dentro de los cauces que fija la legalidad vigente y asumiendo que si el apoyo popular no es abrumadoramente mayoritario, no hay ruptura.
Además, poco a poco han ido adaptando el relato sentimental de lo que pasó en su historia para acercarlo a lo que realmente sucedió. Me refiero a eso que ahora en España se conoce como 'resignificación', de manera que, por ejemplo, los museos británicos ya reconocen el peso de la esclavitud en su auge económico y se disculpan por ello, como también que en las dos guerras mundiales sus tropas también cometieron excesos. Y no digamos del trato que dispensaron a las colonias en las que durante siglos miraron por encima del hombro a los nativos.
Todo eso lo han ido trasladando también a los libros de obligada lectura en las aulas y el resultado empieza a ser palpable. Cuento esto porque a veces no hay que inventar tanto, sino copiar lo que funciona razonablemente bien...
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.