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El adiós de NadalFui de los que se pasó toda una tarde y el comienzo de una noche de verano ante la tele viendo aquella histórica final de ... Wimbledon en la que un joven Rafa Nadal derrotaba al gran Federer. Y estoy entre los que ha visto no una sino dos veces el excelente documental que exhibe, entre otras plataformas, Movistar sobre aquel encuentro. También me incluyo entre los que este jueves, ante la noticia de la retirada del tenista manacorí, ha recordado varios de sus muchos partidos memorables, ya fuera con victorias o con derrotas.
Pero también estoy entre los que piensan que Nadal ha tardado en tomar la decisión. Su último año no ha sido precisamente ejemplar y es triste, porque su historial no merecía ese borrón en el epílogo. Un borrón que no desmerece la condición de leyenda que se ha ganado a pulso el tenista, pero que tampoco hay que eliminar de la memoria.
El anuncio de Nadal llega en la misma semana en que se retira Iniesta. Se van dos deportistas que han estado años en la cima y que han conseguido el aplauso de todo el país. Ambos, además, han demostrado atesorar valores que van más allá de los méritos deportivos. Representaban, y representan, el perfil de buena gente y por eso seguramente su conexión con el público mayoritario ha sido más fácil.
Precisamente por eso, a Nadal le sobró convertirse en embajador de una teocracia asentada en los petrodólares. Pero sobre todo le ha sobrado pasearse por las más importantes plazas del tenis mundial para que todos nos diésemos cuenta de que su empeño en seguir jugando en la élite era una derrota segura. Como también sobró que se le hiciera un hueco en los Juegos Olímpicos para también salir mal parado. Es por ello que no acabo de entender que su despedida sea jugando en el equipo español de la Copa Davis en la lucha por el título, máxime cuando si España ha llegado a ese punto ha sido sin él, de manera que si salta a la pista será apartando a otro deportista que está en condiciones físicas. Ojalá gane España y deseo que lo haga con Nadal sumando el punto decisivo, pero creo que recibirá el mismo aplauso apareciendo en la pista, en un lateral, dando ánimos al tenista que juegue representando a nuestro país.
En todo caso, volveré a ver el documental citado y si es posible hasta las cinco horas de aquel partido que ya es historia con mayúsculas. Y varias de sus finales en Roland Garros, Australia, Nueva York... Nadal ha sido calificado como el deportista español más relevante de la historia. Si quitamos lo de deportista y dejamos lo de español, también vale.
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