Amigos lectores-as, la noticia del posible cierre de Casa Esperanza, ubicada en el Valle de Agaete, anunciado por Cáritas Diocesana para el próximo mes ... de diciembre, es un auténtico terremoto institucional ante la preocupación del cese de la actividad de este recurso terapéutico único en Canarias desde hace ya 33 años de actividad.
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Desde el Ayuntamiento de Agaete, la Mancomunidad del Norte, el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias, han lanzado diferentes declaraciones y comunicados mostrando una oposición frontal a poner punto final a este centro y a su labor social.
Sepamos que hasta ahora han sido más de 1.500 personas las que han recibido este servicio durante estos años con el objetivo de superar la dependencia al alcohol, fundamentando su acción en la atención y rehabilitación de estas personas y sus familias, que presentan esta problemática desde la acogida, la comunidad terapéutica y el seguimiento. Cáritas sabe que, además, el Cabildo nunca ha tenido problemas en actualizar las subvenciones. Sin embargo, resaltó que el problema del cierre de Casa Esperanza «no se limita solo a un problema económico, sino que Cáritas pone de manifiesto una situación estructural del propio edificio y su intención de modificar este proyecto en un centro de día que llegue a más personas y sólo puedo decir que nosotros estamos dispuestos a arrimar el hombro por la necesidad de que esta comunidad terapéutica siga activa».
A la noticia no han faltado reacciones políticas a todos los niveles por casa Esperanza como Menchu del Rosario, exalcaldesa de Agaete y portavoz del Partido Popular en el Cabildo, que realizó un ruego en la Comisión de Presidencia, Cooperación Institucional y Sector Primario, manifestando que son «los propios usuarios que han estado en el centro los que están pidiendo que, por favor, desde las administraciones públicas actuemos para que el mal momento que está pasando Cáritas podamos ayudarles».
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Por su parte Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar y vicepresidente 2º, consejero de gobierno de Presidencia y Movilidad Sostenible, contestaba que «toda la Mancomunidad del Norte ha hecho una propuesta, por unanimidad de todos los alcaldes, de que no se cierre Casa Esperanza y que se instara a Cáritas a que se sentara con las administraciones competentes para buscar una solución con el tema de la accesibilidad y el agua de abasto, que pensamos que es salvable, y que el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria seguro que son capaces de ponerse de acuerdo para garantizar esos once puestos de trabajo y salvaguardar el déficit actual».
Por su parte, los trabajadores tienen previsto paros en sus puestos de trabajo como señal de protesta.
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