15.000 días juntos y de la mano de la verdad

Este miércoles 22 de noviembre de 2023 cumplimos la edición 15.000, una cifra simbólica y redonda que nos invita a mirar hacia atrás, pero no desde la añoranza o la melancolía, sino para reconfortarnos al comprobar cómo, de la mano de accionistas, lectores y anunciantes, Informaciones Canarias SA y CANARIAS7 también han contribuido al desarrollo socioeconómico del archipiélago.

Esos 15.000 números se convierten en una especie de documento notarial de los cambios que ha experimentado el archipiélago. Cambios que van desde lo cuantitativo -en 1982, en los albores de la autonomía, eran siete las islas desde el punto administrativo y legal y ahora ya son ocho, como también eran 87 los municipios y en la actualidad son 88- a lo cualitativo, con una sociedad que ha hecho de la diversidad, la sostenibilidad y el compromiso con los demás valores fundamentales. En cuanto a la transformación física de las islas, no hay más que echar un vistazo a las páginas que integran este suplemento monográfico. Porque en esos 41 años hemos asistido al nacimiento de infraestructuras, la irrupción de nuevas formas de consumo y también la modulación de la primacía de algunos sectores económicos y el declive de otros.

Igualmente, como medio de comunicación, ha sido un tiempo de cambio. La tecnología se ha aliado desde los inicios de Informaciones Canarias SA y de CANARIAS7 con el espíritu innovador de la compañía y de sus directivos y empleados. Esa simbiosis nos ha permitido experimentar formatos, géneros narrativos y también soluciones comerciales que se fueron consolidando con el paso del tiempo, incluso siendo pioneros en algunas de ellas a nivel nacional.

Todo ese bagaje está en la mochila de CANARIAS7 y gran parte de ello se recoge también en estas páginas. Pero somos conscientes de que el crédito de un medio de comunicación se renueva día a día con los lectores. Es más, se gana o se pierde ya en un segundo, ese que tarda un lector en quedar satisfecho o no con la información que busca o que encuentra en la edición digital o en las redes sociales. Precisamente esa celeridad del formato digital acrecienta la exigencia fundacional y que antes mencionamos:compromiso con la verdad, esto es, con la información de rigor. Esa que se sustenta en contar lo que sucede, pero también ofrecer el contexto que ayuda a entender los antecedentes y las posibles consecuencias. Ese periodismo que pregunta, repregunta y que advierte a los lectores cuando alguien lanza una falsedad. Eso, que en 1982 se daba por descontado, es hoy una exigencia democrática de primer nivel, pues la propia democracia se puede diluir si damos por normal que la desinformación y los bulos se hagan hueco en el espacio de las noticias, enturbien la coexistencia y finalmente dinamiten la convivencia.

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Repasar estos 15.000 números no parte de la convicción de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Al contrario: estamos convencidos de que por delante tenemos un futuro apasionante de la mano de los lectores.