A cara descubierta
Carnavales 'insostenibles'A cara descubierta
Carnavales 'insostenibles'Las grandes celebraciones no suelen entender ni de sostenibilidad ni de medio ambiente si tenemos en cuenta las grandes cantidades de vasos de plástico de un solo uso que se consumen y que, al amanecer, cuando cesa la fiesta se acumula en pequeñas montañitas que inevitablemente acabarán donde termina casi todo el plástico, en el mar.
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Para evitar este tipo de situaciones y avanzar hacia eventos cada vez más respetuosos con el medio ambiente muchas ciudades españolas han optado por introducir en sus fiestas el vaso reutilizable a un módico precio de un euro o 1,5 euros (única forma de concienciar a la gente, tocando su bolsillo y haciendo que pague), de forma que el fiestero reutilice su vaso tantas veces quiera. La persona en cuestión, incluso, puede cambiar en cualquier momento su vaso por otro limpio y seguir pasándolo bien sin consumir durante la noche 6-8-10 vasos de plástico o más, según el ritmo de cada uno bebiendo. En algunas ciudades, cuando acaba la fiesta, se puede devolver el vaso y volver a recibir el euro o euro y medio pagado por él en la primera consumición. En los últimos años y en un nueva mejora los vasos reutilizables llevan un cordón enganchado para que, mientras no se consume, se pueda colgar al cuello y no moleste tenerlo encima.
Ocurre en los Sanfermines, evento multitudinario donde los haya, en fiestas de Cantabria, del País Vasco, de Galicia, en conciertos y festivales de música de toda la geografía española... Pero no en el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Lo increíble del caso de la capital grancanaria es que los ventorrillos sí cuentan con vasos reutilizables de más de un uso -además seregrafiadas con logo del carnaval capitalino-, pero no cobran por ellos y cada vez que acudes a por una bebida te dan un nuevo vaso. Lo viví en primera persona este fin de semana y me sorprendió muchísimo. Al final acabé con cinco vasos reutilizables en mi casa (imagino que a la empresa que los vende le estará yendo de maravilla estos carnavales).
Es cierto que todos nos fastidia ir a tomar una consumición, por ejemplo una cerveza, y nos cobren un euro por el vaso, de forma que en lugar de pagar 3 euros tengamos que pagar 4 pero es la única forma de concienciar. Solo tocando donde duele -en el bolsillo- las personas actuamos. Es triste pero es así. De otro forma no se avanza. Además está la opción de plantear la devolución del dinero cuando el vaso se entrega, con lo que no hay gasto extra para el consumidor.
Fórmulas hay pero hay que tener ganas de hacerlo y priorizar lo que conviene a la isla sobre las críticas que nos puedan caer encima por cobrar por un vaso.
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