Nacho González

'Carmen', de Bizet

Olga Santana pasará a la historia de Amigos Canarios de la Ópera como la maestra que consolidó el Coro como un valor seguro, como acompañante fiel

Agustín Santana

Domingo, 23 de marzo 2025, 22:55

En Canarias todas las temporadas de Ópera son esperadas con gran expectación, y Amigos Canarios de la Ópera cumple este año su 58 temporada desde ... aquella primera de 1967.

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El pasado martes, celebraba su octava 'Carmen' y el aforo estaba completamente vendido, con muchos turistas que cada año más disfrutan, con los canarios, de ese espectáculo tan fascinante que aúna las artes del canto, solista y coral, la danza, el teatro, todo un gran espectáculo escénico.

Mis amigos italianos Sarah y Giorgio me dijeron que tenían entradas, que si les acompañaba, y yo encantado cambié mi día de los jueves por asistir el martes. También asistieron Salvatore y Michel, así que los cinco salimos desde Maspalomas con la ilusión de siempre.

En esta ocasión ACO no nos tenía un solista sorpresa, un joven valor que hiciera estallar las emociones inesperadamente, un joven desconocido, o muy poco conocido, que nos pusiera los pelos de punta. Es algo a lo que los aciertos en la contratación de Ulises Jaén nos ha acostumbrado, pero es imposible conseguirlo al cien por cien.., Bien por el director artístico.

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El elenco esta vez estuvo solo aceptable, con una Carmen que no encuadra bien la pasión, el instinto, la fuerza descomunal de la mujer gitana y su gracejo andaluz. El Don José estuvo más en el personaje que esperamos y a Escamillo le faltó mucho en Toreador, aria que salvó el Coro como ya nos tiene acostumbrado. En la siguiente aria del segundo acto Huseynov estuvo bastante más acertado.

Nuestro director musical canario Rafael Sánchez Araña me gustó bastante y muy bien la dirección escénica de Carlo Antonio de Lucia.

Como siempre, desde hace años, el Coro de Amigos Canarios de la Ópera, dirigidos por la maestra Olga Santana, eleva el nivel de las funciones a pesar de los claros y sombras que a veces (pocas) tenemos en los elencos. Salva con mucha precisión y técnica la dificultad que supone incorporar a un coro externo como apoyo, y consigue que el resultado parezca de un solo coro, que lleve años ensayando juntos.

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Echo de menos, en nuestras temporadas, que el director del coro salude al final con todo el elenco. El pasado martes la maestra saludó al salir al escenario, se colocó en la primera fila de su coro y allí se quedó, con su natural prudencia, prácticamente inadvertida, tapada por los soldados, y por los niños y por las bailarinas, y no la invitó ni el director musical, ni alguno de los dos actores principales a adelantarse y recibir el calor del público como un director más de la obra. Me dio la impresión de que el tenor Chacón la buscaba con su mirada pero no la encontraba.

Es cierto que en muchas ocasiones alguno de los principales la hace incorporarse, pero creo sinceramente que no debería ser una opción sino una aceptación total. Y más cuando es la única profesional de un coro que de amateur tiene solo sus condiciones económicas. Y aún más cuando lleva más de treinta años destacando, dentro de la función del coro en las óperas, poniendo a un coro amateur como profesional en los resultados. Olga Santana pasará a la historia de Amigos Canarios de la Ópera como la maestra que consolidó el Coro de Amigos Canarios de la Ópera como un valor seguro, como acompañante fiel y como actor principal cuando la ocasión lo ha requerido.

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Otro trabajo para el director artístico sería el de programar un sencillo y pequeño reconocimiento a Octavio Suárez, treinta y siete años participando en el Coro, como apasionado y devoto de la música y de la ópera, llegando a los ensayos todas las tardes después de su trabajo, con el tremendo esfuerzo físico y psíquico que esto tiene que suponer, sin una aportación económica que al menos sufragara los gastos, durante casi cuarenta años, por amor a la música, por amor al Coro de Amigos Canarios de la Ópera.

Sería de justicia ese reconocimiento, quizás en Traviata, o en Butterfly. Y no dejar más a la directora del Coro perdida atrás. Es una profesional querida y respetada por el público canario.

PD: Lo digo siempre pero lo repito: no soy crítico musical ni pretendo serlo, solo un amante de la ópera que opina.

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