Junts anuncia su congreso con la incógnita de Puigdemont

La ejecutiva del partido ha aprobado este lunes las bases de una cita política que mirará en tres direcciones: estrategia, modelo de país y organización. Por un lado, desde Junts tratan de doblar el brazo a su rival en el bando secesionista, ERC, al que achacan haber permitido la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Por otro, buscarán durante su congreso «un claro y potente relanzamiento del independentismo que lo vuelva a hacer mayoritario para culminar democráticamente» el resultado del referéndum del 1 de octubre de 2017.

Pero sobre todo, y más allá del mensaje, los cargos de Junts tienen en sus manos decidir si dar continuidad al liderazgo de Carles Puigdemont o, por el contrario, renovar la cúpula del partido. Por el momento, Puigdemont no da señales de querer abandonar la primera línea e incluso no descarta aparecer físicamente en el congreso de Calella, en lo que sería otro retorno de alto voltaje, pero siete años de huida, una segunda fuga que ha dejado por los suelos el prestigio de los Mossos d'Escuadra y sus propias palabras antes de las elecciones del 12 de mayo, cuando dijo que solo seguiría en la política para ser presidente de la Generalitat, han abierto la discusión sobre su papel en el partido. El debate se está avivando en los últimos días, con declaraciones como la del expresident Quim Torra, que pidió a Puigdemont «una reflexión» sobre «si suma o resta» en el actual escenario político de Cataluña.

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En el cónclave de octubre, Junts también quiere abrirse a otros sectores de la sociedad y ha anunciado que podrán acudir al congreso con voz y sin voto «personas independientes, no afiliadas, de relevancia a nivel nacional, territorial o sectorial, siguiendo la voluntad de apertura del partido».