Efectivos de la Cruz Roja atienden a varios menores migrantes no acompañados R. C.

El Gobierno y Canarias niegan trato de favor a Cataluña y País Vasco en el acuerdo para el reparto de menores inmigrantes

La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y el presidente canario, Fernando Clavijo, defienden que se reconozca el esfuerzo ya realizado por ambas comunidades en la creación de plazas de acogida mientras las autonomías del PP se sublevan

Viernes, 7 de febrero 2025, 17:20

El acuerdo alcanzado este jueves entre el Ministerio de Juventud e Infancia y el Gobierno canario para el reparto extraordinario de 4.400 menores extranjeros no acompañados procedentes de los saturadísimos centros del archipiélago y la ciudad autónoma de Ceuta ha desatado la furia de las ... comunidades del PP, pese a contar con el respaldo inequívoco del número dos del ejecutivo de las Islas, el popular Manuel Domínguez. En el foco del conflicto está el hecho de que los criterios planteados vayan a permitir que, en esta ocasión, el País Vasco y Cataluña se hagan cargo, muy probablemente, de un menor número de menores migrantes, aunque los cálculos definitivos no están hechos.

Publicidad

La fórmula acordada por Canarias y el Ejecutivo combina, en principio, los criterios que se han venido aplicando desde 2022 en otros repartos anteriores de menor envergadura, pactados en conferencias sectoriales, con el modelo que el Gobierno canario y el vasco suscribieron hace un mes. En él se contemplan indicadores de población total, población acogida (media de menores acogidos por cada cien mil habitantes en los últimos seis meses), PIB per cápita, desempleo y solidaridad (número de menores acogidos en los últimos cinco años). Aunque Clavijo explicó este viernes que también atiende a otros factores como el número de plazas escolares.

El PP da por sentado que todo se ha diseñado de manera que Cataluña y País Vasco queden «excluidos» del reparto para así lograr el apoyo de Junts y el PNV a una iniciativa que se pretende tramitar en el Congreso como real decreto ley o proposición de ley y para no soliviantar a los posconvergentes, con los que los socialistas negocian la delegación de las competencias de inmigración a la Generalitat. El presidente canario y el Gobierno lo niegan, aunque no desmienten que pueda darse el caso de que, a la hora de aplicar el modelo, esas dos comunidades autónomas no reciban a ningún menor o, lo que dicen es más seguro, reciban un número limitado de chavales.

Ambas partes, sin embargo, se esforzaron en justificar este viernes que sea así con el argumento de que en los últimos años Euskadi y Cataluña han realizado mucho más esfuerzo en la acogida de menores migrantes que otros territorios con características semejantes. «El sistema no parte de cero, por lo tanto tenemos que ir a sistemas que sean equilibrados y sostenibles y no meter tensión en sistemas que están ya tensionados», defendió Rego. La ministra hizo hincapié, por ejemplo, en que Cataluña ha creado un 25% de las plazas de acogida de toda España y tiene más de 4.000 (en torno a un millar más de las que le corresponderían) mientras que Madrid tiene solo un 10% de las plazas, unas 1.900. El País Vasco, con mucha menor población, llega casi a las 1.500.

Publicidad

Reparto obligatorio

Las comunidades del PP reprochan que se les pretenda imponer un reparto sin contar con su opinión. Uno a uno, la mayor parte de los presidentes autonómicos de la formación o sus consejeros, cargaron contra el Gobierno. El gallego, Alfonso Rueda, lo acusó de «oscurantismo»; el murciano, Fernando López Miras, sentenció que el Ejecutivo ha actuado como es su costumbre, «a espaldas» de los que gestionan el territorio y «concediendo privilegios a los de siempre», y la consejera aragonesa de Bienestar, Carmen Susín, advirtió de que no participará en la acogida si Cataluña y País Vasco quedan fuera porque eso rompería «el criterio de solidaridad interterritorial».

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, no llegó a tanto. Tras reunirse en La Palma de Gran Canaria con Clavijo, evitó cuestionar su palabra y la del Gobierno, pero sí defendió que sería bueno que el reparto fuera fruto de un acuerdo «por las buenas» como el alcanzado en 2022, cuyos criterios se habían venido utilizando para repartos menos numerosos, de 200 o 300 niños, hasta el verano pasado, cuando Vox rompió los gobiernos de coalición con el PP.

Publicidad

Clavijo, que afronta un escenario muy complejo –incluso después del reparto que ahora se negocia Canarias se quedará con 1.800 menores extranjeros– criticó que «sin ni siquiera conocer en profundidad los criterios», el PP y Vox ya se hayan lanzado a criticarlo. «Me produce tristeza porque lo que se ha tratado de buscar en todo momento ha sido un enfrentamiento territorial o un enfrentamiento político dejando al margen el drama humanitario que se está viviendo en Canarias», reprochó.

Este contenido es exclusivo para registrados

Regístrate de forma gratuita

Publicidad