La convocatoria electoral pilla a contrapié a Feijóo y le obliga a acelerar su plan catalán

El dirigente gallego había postergado cualquier decisión sobre el liderazgo del PP catalán hasta después de las europeas, donde aspira a dar la puntilla a su rival tras su incontestable victoria en Galicia. Confiaba, en todo caso, en poder asentar las bases de su proyecto para Cataluña antes de tener que elegir su cabeza de lista. Una decisión que se antoja difícil porque se arriesga a un incendio interno a solo dos meses de los comicios autonómicos si decide prescindir de Alejandro Fernández, pero que tendrá que tomar antes del 1 de abril, fecha límite para presentar las candidaturas de los partidos al 12-M. Y todo en mitad de las conversaciones con Ciudadanos para alcanzar una alianza que acabe con lo que queda del partido liberal integrado en sus siglas. «Es ahora o nunca», subrayan en el equipo de Feijóo sobre un pacto que llevan meses gestando a la sombra.

En la dirección nacional del PP se escudan en esas negociaciones para evitar confirmar a Fernández. Hasta que no finalicen, ya sea con pacto o sin él, nada se va a saber, pero es «cuestión de días». A pesar de que son muchas las voces dentro del partido partidarias de su relevo por lo que ven como deslealtad estos meses atrás del líder catalán hacia su jefe de filas, hay también quien lo considera el mejor candidato posible. «Quizá haya alguien mejor, pero yo a esa persona, de momento, no la conozco», dijo el jueves Cayetana Álvarez de Toledo, para quién Fernández es «un orador extraordinario», con «una visión nítida y clara de lo que está pasando en Cataluña y de lo que debería pasar».

Génova confía en seguir recuperando posiciones en Cataluña. En las generales del 23 de julio, la formación obtuvo seis diputados –cinco en Barcelona y uno en Tarragona–, triplicando así el número de escaños que logró en los comicios de 2019, cuando los populares solo obtuvieron dos representantes en el Congreso con Álvarez de Toledo como cabeza de lista. Para las autonómicas no esperan menos. El PP aspira a «recuperar el liderazgo del constitucionalismo» y las previsiones le acompañan. La encuesta del CEO catalán de noviembre pronosticaba una importante recuperación del partido conservador, que pasaría de los tres diputados que tiene ahora a entre 12 y 17, comiéndose todo el espacio de Ciudadanos y arañando algo a Vox.

Con estas estimaciones, Fernández pide a su partido en Cataluña superar las «tutelas» y tantos «bandazos ideológicos». El actual líder del PP en la comunidad calla sobre su posible candidatura aunque en su entorno no esconden que está decidido a plantar batalla. Superados los últimos encontronazos con la dirección nacional a cuenta de los devaneos con Junts, Fernández ha optado por rebajar el tono de sus intervenciones y dedicarse a reforzar su red de contactos entre los cuadros del partido a nivel territorial.

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Si él es finalmente el elegido, solo lo sabe Feijóo, a quien los estatutos del partido dan esa potestad. Para ello, deberá reunir primero al comité electoral nacional en Génova. En la cúpula prefieren guardar silencio, aunque no descartan que entre savia nueva. Entre la quinielas suenan con fuerza la eurodiputada, Dolors Monserrat, el alcalde de Castelldefels, Manu Reyes, el exliberal Nacho Martín o el portavoz en Barcelona, Daniel Sirera.