Bolaños e Illa exhiben «plena sintonía» entre gobiernos

El encuentro, según la nota facilitada al término, ha servido para exhibir «plena sintonía» y «plena normalidad institucional» entre los dos ejecutivos. Illa, en apenas dos meses en el cargo, se ha propuesto normalizar las relaciones con todas las instituciones: lo ha hecho ya con la Zarzuela, la Moncloa, las diputaciones provinciales y algunos ayuntamientos, así como con los expresidentes catalanes, y tiene previsto hacerlo con sus homólogos autonómicos para hacerles llegar la idea de que «Cataluña ha vuelto para mejorar España».

El ministro y el jefe del Ejecutivo catalán se han conjurado además para «reforzar la coordinación» entre ambos. La administración central y la catalana, tras años de distanciamiento, tienen «prioridades compartidas», han asegurado, como es el desarrollo completo del autogobierno o el refuerzo de los servicios públicos. No han citado, en cambio, el nuevo modelo de financiación singular para Cataluña, que para su activación requiere que en los próximos meses se convoquen las comisiones bilaterales entre el Estado y la Generalitat.

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El Gobierno y el Govern tratan de consolidar la idea de que Cataluña ha entrado, con la llegada de los socialistas a la Generalitat, en una etapa de «normalidad política y social», que favorece las relaciones entre las dos administraciones. El choque puede llegar en los próximos meses, dependiendo de si la «plena sintonía» que exhiben ahora se mantiene cuando entren de lleno en la negociación del concierto económico. ERC y Junts tirarán de un lado del Govern para ir más allá en sus objetivos de soberanía fiscal y el Gobierno presionará del otro, para no enfrentarse con los sectores socialistas que se oponen al cupo catalán. En la etapa del Estatut, las relaciones también eran cordiales entre las dos administraciones socialistas y acabaron chocando.