Aragonès reta a Puigdemont a un cara a cara fuera de España

Con este debate a tres, Aragonès busca que la campaña electoral no sea percibida por la opinión pública como una contienda a dos entre Puigdemont e Illa o como planteó la víspera el secretario general de Junts, Jordi Turull, entre el expresidente catalán y Pedro Sánchez. Los republicanos están decididos a plantar batalla para volverse a hacer con las llaves del Palau de la Generalitat y no quieren bajo ningún concepto que su candidatura quede desdibujada frente al tirón mediático del político fugado, que ya ha anunciado su intención de regresar a Cataluña si tiene opciones de ser investido presidente.

La irrupción de Puigdemont en el tablero político catalán ha disparado a Junts en los sondeos situándose por encima de la formación republicana en su particular pugna por la hegemonía nacionalista. Así se explica que en apenas quince días Aragonès haya presentado su propuesta formal para que Cataluña tenga una soberanía fiscal a la vasca y para un eventual referéndum pactado con el Estado con el que busca marcar territorio en campaña ante sus exsocios en el Govern, con quien la relación es inexistente. «Para hablar de propuestas de futuro yo estoy dispuesto a hacerlo donde sea. Si hace falta fuera de Cataluña. El lunes mismo iré al Senado a defender la amnistía», señaló el presidente de la Generalitat, que ya ha confirmado su asistencia a la Comisión General de las Comunidades Autónomas convocada por el PP sobre el impacto autonómico de la ley.

Los republicanos vieron como durante las negociaciones de la investidura de Sánchez, sus exsocios de Junts lograron centrar el foco y llegar a erigirse como el árbitro de los términos de la amnistía, una norma que ERC había defendido desde 2020 casi en solitario. En la puesta de largo de su candidatura en Elna (Francia), a donde regresará este sábado en su primer acto de campaña, Puigdemont dejó claro además que presionará también en el Congreso por un consulta pactada. «Tenemos el deber –dijo– de intentar acordar un referéndum y si lo proponemos, es tan factible como la amnistía».

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A la espera de que los neoconvergentes recojan o no el guante lanzado por Aragonès, los socialistas catalanes ya han declinado la oferta. En un comunicado, la formación encabezada por Salvador Illa confirmó la presencia de su candidato en todos los debates electorales «que se desarrollen en Cataluña, que cuenten con la mayoría de cabezas de lista y que se difundan en televisión, radio o internet». Son las tres condiciones impuestas por la dirección del PSC, donde reconocen que «es bueno» que haya debates durante la contienda y que los protagonicen los números uno de cada lista para que los catalanes «puedan conocer de primera mano sus planteamientos».