El juez archiva temporalmente la causa a Errejón por la baja de la abogada de la denunciante

El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid acuerda también posponer las declaraciones previstas para este martes, así como «todas las actuaciones y plazos del presente procedimiento hasta que la letrada de la denunciante presente su alta médica». Justifica para ello la reciente reforma del artículo 179.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, relativo a la suspensión de los plazos de la causa y su archivo temporal cuando el profesional de la abogacía esté convaleciente por enfermedad, embarazo, cuidado de menores o fallecimiento de familiares directos.

El juez Carretero explica, no obstante, que Mouliaá «se ha negado a designar a otro letrado que la sustituya de su confianza» por lo que «la consecuencia inevitable es la imposibilidad de la continuación del procedimiento». De esta forma, con el archivo provisional, «se impide que transcurran los plazos de la instrucción» que marca la ley, como recuerda el propio juez en su resolución.

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La abogada de Mouliaá es Carla Vall, una letrada con despacho en Barcelona especializada en la jurisdicción penal y también criminóloga. Lleva sobre todo casos de defensa de mujeres y menores de edad víctimas de violencias machistas en cualquier ámbito, entre los cuales están las agresiones sexuales. Además, asesora a instituciones públicas y organismos a nivel estatal, autonómico y local en materia de género y desde 2022 coordina el departamento contra los abusos de la Academia de Cine Catalana.

En la denuncia policial que llevó a la apertura de esta causa, Mouliaá relata tres episodios que tuvieron lugar una noche de finales de septiembre de 2021 en Madrid cuando, después de que llevará «aproximadamente un año» hablando por redes sociales con Errejón, el político invitó a la actriz a la presentación de su libro.

Al terminar el evento, se fueron a tomar unas cervezas a un bar cercano del barrio de Ópera y Mouliaá, que ya tenía previsto acudir esa noche a una fiesta en casa de un amigo, «por educación» le invitó al exportavoz de Sumar a acompañarla. «Para sorpresa» de ella, éste aceptó.

De acuerdo con el relato del atestado policial, ya en el coche él adoptó «una actitud dominante». Y en el ascensor directamente la habría agarrado «fuertemente» de la cintura y besado «de forma violenta», «dejándola sin respiración». Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado «por la fuerza» a una habitación, cerró con pestillo y luego se habrían producido varios tocamientos «sin el consentimiento» de la actriz.

Mouliaá describe en la denuncia que Errejón le quitó el sujetador, profirió frases «lascivas» del tipo «cómo me pones», acto seguido la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y la hizo tocamientos. «Paralizada», «fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta». Errejón le habría contestado que «salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa». «Estuvieron un rato más en la fiesta», pero se trasladaron rápidamente en un mismo coche al domicilio del político.

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Allí, «sin mediar palabra», él habría reanudado los tocamientos. Ella «le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda», que lo que estaba ocurriendo le estaba pareciendo «muy violento». Fuentes jurídicas consultadas indican que los hechos denunciados el pasado 24 de octubre ante la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM) podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual castigado con penas que van de uno a cinco años de cárcel.