La holgura en cinturones y arneses aumenta la posibilidad de que se produzca el llamado «efecto submarino» AESVi

Por qué los niños no deberían viajar con el abrigo puesto en el coche

A. Noguerol

Lunes, 10 de marzo 2025, 11:02

Según el último balance presentado por la Dirección General de Tráfico (DGT) relativo a la siniestralidad en vías interurbanas durante el pasado año 2024, 255 de los 1154 fallecidos en las carreteras perdieron la vida durante los meses de enero, febrero y marzo.

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Aunque falta poco para que termine el invierno, las temperaturas siguen siendo muy bajas y la lluvia, la nieve, el hielo y la niebla todavía nos acompañan durante gran parte de nuestros trayectos en automóvil. Ante esta situación, es fundamental extremar las precauciones al volante.

Durante estos meses de invierno los abrigos, gorros y bufandas son las prendas estrella para protegernos del frío, especialmente a los más pequeños de la casa.

Y muchas veces, por comodidad o porque los trayectos son cortos, los padres, madres y adultos responsables de los niños se olvidan de no permitir que éstos viajen en el coche con todas estas prendas puestas, lo que puede suponer un grave riesgo para su seguridad en caso de accidente. Por eso, desde la Alianza Española para la Seguridad Vial infantil, AESVi, explican a las familias la importancia de que los pequeños viajen en coche sin abrigo ni ropas gruesas.

Elena Muñoz, miembro de AESVi, explica que «la holgura en cinturones y arneses aumenta la posibilidad de que se produzca el llamado «efecto submarino», es decir, que el cuerpo se deslice por debajo de la banda horizontal, o que el niño choque contra el respaldo del asiento delantero u otro elemento del vehículo, lo que podría provocarle graves lesiones».

Hay que tener en cuenta que los niños con una talla por debajo de 135 cm deben viajar siempre en coche con un sistema de retención infantil homologado, adaptado a su talla y correctamente instalado. Igualmente, el uso de una silla de coche es recomendable hasta que los menores alcancen los 150 cm.

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Antes de iniciar la marcha es necesario comprobar que el sistema de retención infantil está correctamente instalado y el pequeño queda perfectamente sujeto. Para ello hay que comprobar que los arneses y cinturones no presenten holguras ni estén enganchados o enrollados.

Para garantizar que el sistema de retención infantil cumpla eficazmente su función protectora, es fundamental que el niño no lleve el abrigo puesto ni tampoco ropa muy gruesa dentro del vehículo, ya que esto añadiría centímetros de holgura a los cinturones y arneses y esto podría alterar la capacidad de retención en caso de accidente.

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