Hamás reivindica un atentado suicida en Tel Aviv y anuncia más inmolaciones

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Se trata de un atentado muy poco frecuente en territorio hebreo desde hace 20 años. Entre 1993, cuando Israel firmó en Oslo el acuerdo de paz con la OLP, y 2003, Hamás envió a la muerte a 113 terroristas suicidas. Sembraron el pánico entre la población civil en las calles, los autobuses, centros comerciales y restaurantes. En los últimos 21 años, las brigadas armadas de Ezzeldin Al-Qassam cambiaron de táctica y se centraron en atentar contra objetivos militares y disparar cohetes desde la Franja hacia el sur del territorio hebreo.

El Shin Bet cree que el autor de la explosión es un palestino de 50 años residente en la zona cisjordana de Nablus. Las cámaras instaladas en las calles próximas le muestran caminando con una mochila azul. De vez en cuando mira hacia los lados. Las autoridades investigaban si el individuo activó la bomba o, por el contrario, los explosivos detonaron de modo accidental mientras se dirigía a su destino real segando su vida al instante. La opinión del Gobierno secunda la hipótesis de que el 'lobo solitario' apretó el botón. «El palestino explotó la carga que portaba antes de poder llegar a una zona más densamente poblada», afirmó el portavoz del Ejecutivo, David Mencer.

En un primer momento, la Policía barajó la posibilidad de que se tratara de un ajuste de cuentas entre bandas o algún tipo de acción criminal relacionado con la delincuencia final. Sin embargo, el Shin Bet confirmó en la mañana de este lunes que se trataba de un atentado. «Se puede decir que esto fue un ataque terrorista, con la detonación de un poderoso dispositivo explosivo», informó la agencia de seguridad. A posteriori llegó la reivindicación de Hamás.

A las fuerzas de seguridad les llama la atención que la milicia planificase la inmolación con la Yihad Islámica Palestina. Las Brigadas Ezedin al Qasam y las Brigadas al Qods, los brazos armados de ambas organizaciones, anunciaron además que los atentados suicidas en Israel «volverán a estar en el primer plano mientras duren las masacres del ocupante (en alusión al Estado hebreo), las operaciones de traspaso forzado de civiles y la política de asesinatos» en Gaza.

El atentado se produjo poco antes de que el secretario de Estado estadounidense aterrizase en la capital israelí para entrevistarse con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y hacer hincapié en que las actuales conversaciones de paz «pueden ser las últimas» si no prosperan. Después de tres horas de reunión, fuentes oficiales señalaron que Netanyahu estaría dispuesto a aceptar la más reciente «propuesta puente» de EE UU.

La principal divergencia entre Israel y Hamás en este momento es que el primero quiere mantener su despliegue militar en Gaza para evitar la reagrupación y resurgimiento de las células islamistas mientras la milicia exige su retirada total. Así pues, Washington ha presentado una oferta intermedia, consistente en dejar algunas unidades del ejército en la custodia de la frontera con Egipto y el corredor Filadelfia, la espina dorsal de Gaza. Hamás no le ha dado aún el visto bueno.

«Pudo haber sido una tragedia horrible»

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El jefe de Policía del distrito de Tel Aviv donde ocurrió el atentado suicida aseguró este lunes que pudo haberse producido una «tragedia horrible» si el terrorista «hubiera entrado en una sinagoga» cercana al lugar en el que se inmoló. Añadió que la bomba era «grande» a juzgar por los restos y «probablemente fue construida en Cisjordania». Las autoridades han ordenado reforzar la seguridad ante la amenaza de Hamás y la Yihad Islámica.