Hamás y Al-Fatah impulsan la creación de un «Gobierno de unidad» en Gaza

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El pacto ha generado una notable sorpresa internacional y, de alguna manera, revalida al gigante asiático como mediador de conflictos. Lo ha intentado ya con Rusia y Ucrania, pero su plan de paz respecto a la invasión ha carecido de eco en Occidente.

En el caso gazatí, queda por comprobar el alcance de la declaración. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yisrael Katz, respondió rápidamente que «todo esto no sucederá en realidad porque el Gobierno de Hamás (vigente en Gaza) será aplastado» mientras Mahmud Abbas, el presidente palestino, «observará desde lejos». Katz destacó que «la seguridad de Israel permanecerá solo en manos de Israel».

El Documento de Pekín fue refrendado durante una ceremonia en la que el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, precisó que su Gobierno «no tiene ningún» interés particular en esta iniciativa salvo la de perseguir la paz en un conflicto que figura «en el centro de los problemas» de Oriente Medio. El ministro de Relaciones Exteriores agregó que su país propone un proceso de tres pasos, el primero de los cuales pasa por impulsar un alto el fuego «amplio» y «duradero» en la Franja, además de garantizar el acceso de toda su población a la ayuda humanitaria, según la agencia Xinhua.

El segundo consistiría en que «los palestinos gobiernen Palestina» mientras la reconstrucción avanza en Gaza, con el apoyo de la comunidad internacional al Gobierno provisional. Finalmente, Pekín reclama que Palestina se convierta en miembro de la ONU y se implemente la fórmula de los dos Estados.

Las delegaciones de Hamás y Fatah se reunieron en una demostración de reconciliación después de más de 35 años enfrentados. Husam Badran, alto cargo del brazo político de Hamás, consideró que «los puntos más importantes del acuerdo» son la formación de este Gobierno nacional palestino de consenso –encargado de supervisar la reconstrucción del territorio devastado por la guerra y «gestionar los asuntos de la población en Gaza y Cisjordania»– y preparar las condiciones» para unas futuras elecciones. Por su parte, el portavoz de Al-Fatah, Jamal Naazal, aseguró que «queda un largo camino por delante y la mayor parte se implementará después de un posible alto el fuego». Además de estos dos movimientos, entre las facciones reunidas en Pekín figuraban la Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina o el Frente Democrático para la Liberación de Palestina.

Las primeras repercusiones internacionales de esta firma reflejan cierta disparidad. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, calificó de «buena noticia» que todas las organizaciones lograsen ponerse de acuerdo. «Los europeos tenemos que estar comprometidos» y seguir buscando la paz porque es «nuestra responsabilidad histórica», manifestó.

«No se trata de que un país lance rápidamente una iniciativa, sino que tiene que producirse con el amplio consenso de la comunidad internacional», objetó, por su parte, la ministra alemana Annalena Baerbock. Según ella, antes de lanzar las campanas al vuelo será necesario conocer la opinión de los demás países de la región.

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La iniciativa palestina toma un rumbo mientras Israel, EE UU y Emiratos Árabes Unidos llevan el suyo. Los tres países también habrían celebrado su propia reunión secreta, en este caso en Abu Dhabi, para trazar los planes de posguerra en Gaza. Las delegaciones defienden el plan de paz propuesto hace semanas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y Emiratos estaría incluso dispuesto a enviar tropas de paz a la zona, según 'The Times of Israel'.