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La guerra en la que Israel alardea de su superioridad tecnológica

La guerra en la que Israel alardea de su superioridad tecnológica

La 'Cúpula de hierro' para derribar misiles, la protección 'Trophy' para los tanques o los avanzados sistemas de espionaje revelan la apuesta que el país realiza para derrotar a sus rivales

Lunes, 7 de octubre 2024, 18:07

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La guerra de Israel contra Hamás y Hezbolá ha demostrado la superioridad tecnológica de Israel en la región e incluso en el mundo. No solo por la demostración que ha realizado con operaciones encubiertas como la explosión simultánea de más de 3.000 buscas del grupo terrorista libanés. En el conflicto que comenzó el pasado 7 de octubre, con la masacre organizada por Hamás de la que ahora se cumple un año, se ha visto también la operatividad de la denominada 'Cúpula de Hierro', el sistema antimisiles que protege las principales ciudades del país, pero también algunos sistemas novedosos como el 'Trophy', el dispositivo que anula cualquier ataque contra los tanques israelíes. Ello, sin contar con algunos desarrollos que Israel mantiene en secreto como los dispositivos para luchar en los túneles de los terroristas o los modelos de espionaje para controlar las comunicaciones del enemigo.

La clave para entender esta superioridad reside en el modelo económico del país, en el que la industria armamentística y el desarrollo tecnológico que lleva aparejado forma parte del núcleo industrial del país. Según los datos del Banco Mundial, en 2022 Israel dedicó un 4,5% de su PIB a la inversión en defensa (España destina un 1,24% del PIB). Pero estas cifras pueden resultar engañosas ya que la industria civil también está orientada a la defensa por conceptos como la tecnología de doble uso, aquella que puede tener aplicaciones civiles pero también sirve para escenarios de guerra.

La clave de esa simultaneidad se encuentra en un organismo denominado M'afat, el nombre hebreo de la Dirección de Defensa, Investigación y Desarrollo. Este gran centro de investigación, dependiente del Gobierno, trabaja para el Ejército pero también se coordina con las numerosas empresas tecnológicas israelíes de cara a investigar nuevos equipos para la guerra. En cierta forma, ese conglomerado se dirige como si fuese la empresa más avanzada con Silicon Valley, con startups, aceleradora de empresas y cazadores de talento. Por ejemplo, la 'aceleradora' israelí de empresas Sosa es un grupo privado que se dedica a captar talento por todo el mundo. En España, por ejemplo, ha firmado acuerdos con la Diputación de Bizkaia para ayudar a innovadores.

Cuáles son los intereses en sus áreas de defensa muestran las preocupaciones del ejército israelí. Ahora está buscando sistemas para detectar «narrativas, sentimientos, emociones y tendencias en redes sociales y contrarrestar operaciones de influencia de países extranjeros». Sosa también busca expertos en realizar seguimientos de los pagos con criptomonedas y desenmascarar a los usuarios anónimos del dinero digital. Entre sus objetivos también se encuentran, según su página web, métodos para localizar y rescatar a personas atrapadas en edificios destruidos, los drones marinos o cómo controlar un barco «de forma no violenta». Un ejemplo del doble uso de la tecnología del país es, por ejemplo, NSO, la firma creada por antiguos miembros de la 'Unidad 8200', el grupo de élite de vigilancia electrónica del Ejército israelí. Esta firma creó el software Pegasus, que se ha vendido a distintos gobiernos y que se encuentra, entre otros, detrás del control del espionaje al presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

El M'afat está dirigido por el general Danil Gold, un antiguo piloto de combate reconvertido en líder de la aplicación tecnológica al combate. Este militar está detrás de la creación de la 'Cúpula de Hierro' . Pero bajo su mandato se han desarrollado también algunas innovaciones que ha comenzado a aplicar el ejército israelí. Estas son algunas de ellas.

Cúpula de hierro

Este es el nombre de un complejo sistema de misiles aire-tierra y sensores que permite detectar los ataques enemigos y derribar los cohetes antes de que lleguen a suelo israelí. Tiene un rango que supera los 300 kilómetros.

La ‘cúpula de hierro’: misiles contra misiles

Trayectoria calculada por el sistema

Misil enemigo

Misiles

Estación de control

Radar

El radar detecta el proyectil y estima la trayectoria

La estación de control determina qué lanzamisiles disponible es el más apropiado

El misil antiaéreo se dispara para estallar junto a la amenaza e interceptarla

la estrategia de Hezbolá y Hamás es intentar desbordar el sistema con el lanzamiento simultáneo del mayor número posible de proyectiles para que algunos “pasen el filtro”.

FRONTERA

Zona urbana

Zona cubierta por cada batería

Cada batería (radar, control y lanzamisiles) protege una superficie de unos 150 km2; se desplaza por la frontera israelí según las necesidades previstas.

El sistema detecta si el proyectil se dirige a un sitio poblado, y solo en ese caso intenta interceptarlo.

Cada batería opera de forma independiente y controla solo el territorio para el que está desplegada.

50.000

euros

cuesta el lanzamiento de cada misil interceptor ‘Tamir’

la estrategia de Hezbolá y Hamás es intentar desbordar el sistema con el lanzamiento simultáneo del mayor número posible de proyectiles para que algunos “pasen el filtro”.

20 misiles ‘Tamir’ en cada lanzamisiles. Tres o cuatro lanzamisiles por batería.

Trayectorias de misiles antiaéreos sobre el cielo de Tel Aviv en octubre de 2023

La ‘cúpula de hierro’: misiles contra misiles

Trayectoria calculada por el sistema

Misil enemigo

Estación de control

Radar

Lanzamisiles

El radar detecta el proyectil y estima la trayectoria

La estación de control determina qué lanzamisiles disponible es el más apropiado

El misil antiaéreo se dispara para estallar junto a la amenaza e interceptarla

Cada batería (radar, control y lanzamisiles) protege una superficie de unos 150 km2; se desplaza por la frontera israelí según las necesidades previstas.

FRONTERA

Zona urbana

Zona cubierta por cada batería

El sistema detecta si el proyectil se dirige a un sitio poblado, y solo en ese caso intenta interceptarlo.

Cada batería opera de forma independiente y controla solo el territorio para el que está desplegada.

50.000

euros

cuesta el lanzamiento de cada misil interceptor ‘Tamir’

la estrategia de Hezbolá y Hamás es intentar desbordar el sistema con el lanzamiento simultáneo del mayor número posible de proyectiles para que algunos “pasen el filtro”.

20 misiles ‘Tamir’ en cada lanzamisiles. Tres o cuatro lanzamisiles por batería.

Trayectorias de misiles antiaéreos sobre el cielo de Tel Aviv en octubre de 2023

La ‘cúpula de hierro’: misiles contra misiles

Trayectoria calculada por el sistema

Misil enemigo

Lanzamisiles

Estación de control

Radar

El radar detecta el proyectil y estima la trayectoria.

La estación de control determina si amenaza un área poblada o sensible.

El misil antiaéreo se dispara para estallar junto a la amenaza e interceptarla.

Cada batería (radar, control y lanzamisiles) protege una superficie de unos 150 km2; se desplaza por la frontera israelí según las necesidades previstas.

FRONTERA

Zona urbana

Zona cubierta por cada batería

El sistema detecta si el proyectil se dirige a un sitio poblado, y solo en ese caso intenta interceptarlo.

Cada batería opera de forma independiente y controla solo el territorio para el que está desplegada.

50.000

euros

cuesta el lanzamiento de cada misil interceptor ‘Tamir’

la estrategia de Hezbolá y Hamás es intentar desbordar el sistema con el lanzamiento simultáneo del mayor número posible de proyectiles para que algunos “pasen el filtro”.

20 misiles ‘Tamir’ en cada lanzamisiles. Tres o cuatro lanzamisiles por batería.

Trayectorias de misiles antiaéreos sobre el cielo de Tel Aviv en octubre de 2023

La ‘cúpula de hierro’: misiles contra misiles

Trayectoria calculada por el sistema

Misil enemigo

Lanzamisiles

Estación de control

Radar

El radar detecta el proyectil y estima la trayectoria.

La estación de control determina si amenaza un área poblada o sensible.

El misil antiaéreo se dispara para estallar junto a la amenaza e interceptarla.

Cada batería (radar, control y lanzamisiles) protege una superficie de unos 150 km2; se desplaza por la frontera israelí según las necesidades previstas.

FRONTERA

Zona urbana

Zona cubierta por cada batería

El sistema detecta si el proyectil se dirige a un sitio poblado, y solo en ese caso intenta interceptarlo.

Cada batería opera de forma independiente y controla solo el territorio para el que está desplegada.

50.000

euros

cuesta el lanzamiento de cada misil interceptor ‘Tamir’

la estrategia de Hezbolá y Hamás es intentar desbordar el sistema con el lanzamiento simultáneo del mayor número posible de proyectiles para que algunos “pasen el filtro”.

20 misiles ‘Tamir’ en cada lanzamisiles. Tres o cuatro lanzamisiles por batería.

Trayectorias de misiles antiaéreos sobre el cielo de Tel Aviv en octubre de 2023

Trophy

Este sistema es una especie de Cúpula de hierro portátil y colocada sobre un tanque. Está diseñada para detectar un cohete lanzado contra un carro y, en cuestión de segundos, lanzar pequeños dardos explosivos que destruyan el misil antes de que llegue a impactar contra su objetivo. La mayoría de los blindados Merkava -un vehículo israelí considerado uno de los más avanzados del mundo- cuenta con este sistema. En la invasión de Gaza se han podido ver imágenes de terroristas de Hamás lanzando misiles portátiles contra los tanques israelíes, sin conseguir destruirlos ya que explotaban antes de llegar a la coraza.

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El blindaje de los carros de combate -que pesa mucho y limita la autonomía y movilidad del vehículo si se añade en exceso- se concentra en las zonas más atacadas.

Por eso, los carros de combate tienen reforzadas las zonas por donde tradicionalmente recibían más agresiones: el frontal (para los impactos de artillería) y los bajos (para resistir las detonaciones de las minas).

Los blindados eran especialmente vulnerables para ataques que impactaran en la torreta desde lo alto, como comprobó el ejército ruso en Ucrania, donde los misiles 'Javelin' dejaron un reguero de tanques inutilizados.

Los sistemas de defensa activos -como el 'Trophy' israelí- intentan evitar esta amenaza interceptando el proyectil antes de que impacte en el blindado.

Por eso, al igual que hicieron los tanquistas rusos de forma improvisada y artesanal -con diseños fallidos que impedían la apertura de la escotilla entre otros problemas- la solución parece ser acoplar un tejadillo que evite el impacto directo en la torreta.

El añadido a los carros israelíes Merkava está más estandarizado, pero la función es la misma: alejar la explosión del blindaje para proteger la parte más vulnerable del vehículo.

Esto es especialmente importante en los proyectiles de carga hueca. Este tipo de munición anticarro canaliza la explosión a través de un hueco en el proyectil para trasladar la energía de la detonación al interior del blindado.

La jaula de protección provoca que la detonación se produzca sin que la cabeza del proyectil haya perforado el blindaje, con lo que su efecto se disipa.

AUX STEP FOR JS

Iron beam

Además, Israel ha utilizado en la guerra sistemas láser para destruir misiles, aunque no hay excesivos datos sobre su funcionamiento. Este dispositivo, bautizado como 'Rayo de Hierro', ha derribado al menos un misil lanzado sobre Israel, pero no se han difundido datos sobre su uso en la guerra. En principio, utilizaría disparos de energía que pueden 'freír' un objetivo a diez kilómetros de distancia. Una de las ventajas de este equipamiento es que abarata el gasto necesario para mantener la 'Cúpula de Hierro'. Mientras que un misil antiaéreo puede superar los 50.000 euros, un disparo del 'Rayo de Hierro' cuesta alrededor de tres euros. La tecnología está desarrollada por Rafael, el gigante industrial de la defensa israelí.

El rayo de la cúpula: apoyo láser

Está aún en una fase experimental un complemento al sistema que permita eliminar los proyectiles con un rayo láser, lo que sería muy útil para los ataques más próximos, en los que hay menos tiempo de reacción.

Apoyo láser

Estación de control

Misiles

Radar

El rayo de la cúpula: apoyo láser

Está aún en una fase experimental un complemento al sistema que permita eliminar los proyectiles con un rayo láser, lo que sería muy útil para los ataques más próximos, en los que hay menos tiempo de reacción.

Apoyo láser

Lanzamisiles

Radar

Estación de control

El rayo de la cúpula: apoyo láser

Está aún en una fase experimental un complemento al sistema que permita eliminar los proyectiles con un rayo láser, lo que sería muy útil para los ataques más próximos, en los que hay menos tiempo de reacción.

Lanzamisiles

Apoyo láser

Radar

Estación de control

El rayo de la cúpula: apoyo láser

Está aún en una fase experimental un complemento al sistema que permita eliminar los proyectiles con un rayo láser, lo que sería muy útil para los ataques más próximos, en los que hay menos tiempo de reacción.

Lanzamisiles

Apoyo láser

Radar

Estación de control

Además, periódicos como el británico 'The Guardian' han desvelado la utilización de inteligencia artificial para analizar los datos que reúnen diversas fuentes y ayudar a planificar la guerra. Según lo que ha trascendido, Israel emplea 'Lavender', un programa de IA que controlaba a unas 15.000 personas por su relación con Hamás, y otra IA, bautizada como 'Gospel', se ha encargado de vigilar edificios y espacios públicos. Cuando se publicó esta información, el Ejército israelí difundió un comunicado en el que aseguró que estos programas solo eran bases de datos que ayudaban a los analistas a estudiar cómo actuar ante cada enemigo detectado. Los militares desmintieron la información según la cual, la IA ha decidido a qué personas eliminar.

Para hacerse una idea de la superioridad tecnológica y la fusión de tecnología militar y civil hay algunos ejemplos que rozan la ciencia ficción. La Universidad de Tel Aviv presentó el año pasado un satélite de comunicaciones de apenas veinte centímetros de longitud basado en la física cuántica, la nueva frontera que están atravesando los científicos en todo el mundo. Este aparato permite realizar comunicaciones con los principios cuánticos, de tal forma que, si alguien intenta interceptar las conversaciones, el propio mensaje desaparece.

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