La destrucción en Líbano supera ya a la causada en la última guerra con Israel

Sin embargo, estas cifras de víctimas han sido rebasadas ya por los actuales combates entre la milicia proiraní e Israel. El Gobierno de Líbano cifra en 2.867 los muertos, de los cuales 178 son niños, y en más de 13.000 los heridos –1.178 de ellos menores de edad– por la campaña militar hebrea en el país, acelerada el mes pasado con la invasión de las fuerzas terrestres israelíes en el sur de Líbano, como ya ocurriera en 2006, y por una oleada de intensos bombardeos aéreos sobre el sur de la capital, Beirut, bastión de Hezbolá. El número de desplazados internos se acerca a los 845.000 y al menos 85 trabajadores sanitarios han muerto bajo lo bombardeos.

Fruto de los últimos ataques de la aviación israelí sobre la región libanesa de Tiro, en la costa del país, el ejército hebreo anunció ayer que había acabado con la vida de dos comandantes de la milicia, a los que atribuye la autoría de más de 400 lanzamientos de proyectiles contra Israel, incluyendo el ataque del pasado jueves contra la bahía de Haifa.

Mientras, en el otro frente de guerra, las Fuerzas Armadas israelíes informaron ayer de que ya son más de 900 los «terroristas» muertos en la ofensiva militar lanzada sobre la localidad de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza. Además hay 600 palestinos detenidos, de los cuales al menos 300 serían miembros confirmados de «grupos terroristas», según el comunicado militar.

Por otra parte, el Ejército israelí reconoció la muerte de dos de sus militares en combates en el norte de la Franja, ambos sargentos, de 20 y 22 años.

Además, nuevos bombardeos israelíes golpearon ayer, antes del amanecer, el norte de Gaza, en particular las zonas de Jabaliya y Beit Lahia, así como Nuseirat, en el centro, donde murieron tres palestinos, según la Defensa Civil de la Franja.

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Los habitantes del norte de Gaza corren el «riesgo inminente de muerte por enfermedad, inanición y violencia», alertaron los jefes de las grandes agencias humanitarias de la ONU. «La situación es apocalíptica», escribieron los 15 firmantes, exigiendo que «el Estado de Israel cese su asalto a Gaza». Exigencia que una vez más caerá en saco roto.