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Francia declara el «estado de emergencia sanitaria»

Francia declara el «estado de emergencia sanitaria»

Alemania repatría los primeros 7.500 turistas varados fuera del país. Todos los países de la Unión Europea se preparan contra el coronavirus.

Colpisa / Madrid

Jueves, 19 de marzo 2020, 09:17

El Gobierno francés ha declarado el «estado de emergencia sanitaria», que podrá restringir ciertas libertades -como ya ocurrió en 2015 durante los atentados terroristas- y que vendrá acompañado de medidas de urgencia para apoyar la economía. Este proyecto de ley deberá ser votado entre hoy y mañana en la en la Asamblea Nacional.

El número de casos ha estallado en el país. Se cuentan ya 9.134 enfermos de Covid-19 y 264 fallecidos (89 más en las últimas 24 horas). De los 931 pacientes que hay en reanimación, la mitad tiene menos de 60 años, advierten las autoridades sanitarias. Algunos hospitales, sobre todo en la región de Gran Este, se encuentran ya saturados y la situación empieza a ser dramática en las residencias de ancianos, donde la tasa de mortalidad se sitúa entre el 20 y el 30%.

Francia afronta hoy su tercer día de confinamiento, aún con ajustes por hacer. En París, el ayuntamiento valora cerrar los mercados abiertos después de que ayer volvieran a verse aglomeraciones de personas que no mantenían la distancia de seguridad al hacer sus compras. La policía ha puesto ya más de 4.000 multas por no respetar el confinamiento.

Reino Unido

Es evidente que se avecinan medidas más restrictivas al movimiento de personas en Londres, pero se especula porque el primer ministro, Boris Johnson, no fue explícito en su conferencia de prensa cuando fue preguntado por un posible cierre de la metrópoli. «No descartamos, y sería un error hacerlo, que se tomen más y más rápidas medidas a su debido tiempo», respondió.

El diario ‘The Sun’ afirma que 20.000 soldados serán desplegados en la capital para convertir hoteles en hospitales de campaña. Y, como el ‘Financial Times’, aventura que el cierre llegará el viernes. Es la misma fecha que ha elegido Transport for London, responsable de la red de transporte en la capital, para cerrar 40 estaciones. La misma fecha en la que se cierran escuelas y universidades.

En foros y redes sociales hay quejas de londinenses sobre la supuesta indisciplina en el cumplimiento de las directrices del Gobierno- distanciamiento social y evitar contactos innecesarios- que obligaría a medidas más estrictas. Por ejemplo, la City financiera, un entramado extremadamente complejo de bancos, compañías de seguros, bolsas,... tiene el aspecto de los domingos en algunas calles.

Alemania

El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, anunció hoy que este miércoles fueron repatriados los primeros 7.500 alemanes que se encuentran varados en sus destinos vacacionales por la suspensión de vuelos y el cierre de aeropuertos y fronteras. «Llegaron en vuelos especiales desde Marruecos, Túnez y Egipto», señaló el jefe de la diplomacia alemana en declaraciones a la televisión pública, ante la que comentó que este fin de semana serán repatriados desde Egipto unos 20.000 alemanes que no tienen manera de regresar desde sus destinos vacacionales en el Mar Rojo. Maas señaló que la operación de «puente aéreo» se está realizando con aparatos de las compañías alemanas Lufthansa, Condor y TUI. El gobierno federal calcula que más de 100.000 ciudadanos de este país podrán beneficiarse de la operación de rescate, que llegará a países tan lejanos como Argentina o Filipinas.

La aerolínea alemana Lufthansa, la mayor del continente europeo, continúa reduciendo su plan de vuelo debido a la crisis mundial por la pandemia. De los 763 aparatos con que cuenta en su flota unos 700 se mantienen en tierra. Sus vuelos intercontinentales parten actualmente solo desde Fráncfort y, a través de su filial suiza Swiss, desde Zúrich. «Cuanto más dure esta crisis más probable será que el futuro de la aviación civil no se pueda garantizar sin ayudas estatales», dijo el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr.

Tras el llamamiento de la canciller federal, Angela Merkel, a la solidaridad y el respeto de las normas que dictan las autoridades para evitar la propagación del coronavirus, famosos, médicos y policías han lanzado en las redes sociales la campaña «Quedaros en casa». En Alemania no se ha dictado aun la orden de enclaustrarse obligatoriamente entre las cuatro propias paredes, pero la mayoría de la población parece respetar esa indicación. Entre tanto, el número de infectados suma ya 12.327 casos y 28 personas han perdido hasta ahora la vida tras infectarse con el COVID-19.

El ministro federal de Economía, Peter Altmaier, ha calificado de amplias y necesarias las medidas anunciadas esta madrugada por el Banco Central Europeo (BCE) para afrontar la crisis del COVID-19. El espacio del euro no puede verse amenazado, dijo el político cristianodemócrata, quien se mostró esperanzado de que las bolsas reaccionen positivamente ante la iniciativa del BCE.

Rusia

En Rusia empieza a preocupar más la caída del rublo que el coronavirus

Mientras el presidente Vladímir Putin hace campaña en Crimea ante la votación popular convocada para el 22 de abril sobre la reforma constitucional que le permitirá seguir en el poder hasta 2036, el coronavirus en Rusia avanza paulatinamente. Los últimos datos oficiales hablan de 147 casos de COVID-19 a través de todo el país, de los que 87, más de la mitad, corresponden a Moscú. Hoy jueves se ha producido la primera muerte por la enfermedad, una mujer de 79 años en un hospital de la capital rusa, y hay en observación 22.000 personas en todo el país para determinar si habrían podido contraer el virus. Por otro lado, la gente empieza a no creerse la información de las autoridades sobre la envergadura real de la pandemia.

No obstante, preocupa más la evolución de la economía, la pronunciada caída de la moneda nacional, el rublo, y las consecuencias que pueda tener la actual situación para los bolsillos. La depreciación del rublo amenaza con desencadenar un proceso inflacionista que dispare los precios en general y en especial los de los productos básicos en medio de la pandemia. Un reciente sondeo indica que el 60 por ciento de los rusos teme más el desplome del rublo y a la inevitable subida de los precios que contagiarse con el COVID-19 mientras tan sólo un 29 por ciento piensa al revés.

Desde principios de año, el rublo ha perdido un 24 por ciento frente al euro y un 26 por ciento frente al dólar. Los pronósticos sostienen que la moneda rusa seguirá descendiendo mientras también lo siga haciendo el petróleo, materia prima de cuya exportación depende significativamente la economía rusa. Y el banco de inversión Goldman Sachs vaticina que el oro negro podría situarse pronto en los 20 dólares por barril, lo que supondría un nuevo mínimo histórico.

La situación se agrava además por el hecho de que China y la Unión Europea han decidido dejar de comprar petróleo ruso. Mañana viernes se reúne el consejo de dirección del Banco de Rusia (el bando central del país) y se espera que adopte medidas para detener el hundimiento del rublo, que podrían ser modificar la tasa de interés o acelerar la compra de divisa extranjera.

Mientras tanto, Rusia habilita más y más hospitales para recibir enfermos de coronavirus y está levantando uno nuevo según el esquema chino de construcción acelerada en la periferia suroeste de la capital rusa. Estas medidas junto a otras tan tajantes como cerrar el país a los extranjeros, suspender los eventos públicos, incluidas las competiciones deportivas, cerrar teatros y museos y castigar con hasta cinco años de cárcel a quienes se salten una cuarentena, son las que hacen sospechar a la población que los casos de COVID-19 en el país están muy por encima de lo que indican la cifras oficiales.

El Gobierno ruso ha advertido hoy a través de un comunicado que la pandemia del coronavirus supone «una de las peores crisis de salud mundiales de los últimos 50 años» y, por tanto, no descarta nuevas medidas «restrictivas» para frenar su expansión.

Los supermercados, por su parte, empiezan a acusar cierto déficit de existencias debido a que la población está haciendo acopio de alimentos y artículos de primera necesidad ante un posible e inminente confinamiento domiciliario a nivel general. Las autoridades sostiene que tal situación se subsanará enseguida, ya que aseguran que los almacenes de logística están repletos y lo que ha habido es un «pequeño desfase» en el transporte de mercancías.

Todo esto sucede mientras la Unión Europea acusa a los medios de comunicación oficiales rusos de difundir noticias falsas sobre el COVID-19 susceptibles de «poner en peligro» la vida de las personas. Es al menos la conclusión reflejada en un informe interno de Bruselas que se ha filtrado a la prensa y en el que se subraya que los medios afines al Kremlin «propagan desinformación sobre el coronavirus para agravar la crisis de salud pública en los países occidentales», en particular, bulos sobre la supuesta incompetencia de las autoridades europeas y estadounidenses en la gestión de la crisis sanitaria. Se trataría, según el documento comunitario, de socavar la confianza de la población en sus dirigentes y en el dispositivo sanitario con alertas de inminente «colapso» en los hospitales. Todo para generar pánico y desasosiego. Rusia no ha respondido por ahora a estas acusaciones.

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