Ucrania acepta un alto el fuego «total» de treinta días propuesto por Estados Unidos

El resultado fue un éxito: tras nueve horas de negociaciones, Ucrania aceptó la propuesta estadounidense de establecer un alto el fuego inmediato de 30 días y accedió a tomar medidas para restablecer una paz duradera.

Zelenski proporcionó poco después más datos sobre el trato en un comunicado: «En la conversación, la parte estadounidense ha planteado dar el primer paso de inmediato y tratar de establecer un alto el fuego total durante 30 días. No solo en lo que respecta a los misiles, los drones y las bombas, y no solo en el mar Negro, sino también a lo largo de toda la línea del frente. Ucrania acepta esta propuesta, la consideramos positiva, estamos dispuestos a dar ese paso. Ahora Estados Unidos debe convencer a Rusia de que lo haga. Es decir, estamos de acuerdo, y si los rusos también lo están, en este mismo momento pueden callar las armas».

El trabajo de contactar con el Kremlin para lograr su reciprocidad recayó sobre el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, quien no tardó en hacer llegar los detalles del alto el fuego al Ejecutivo de Vladímir Putin. «La pelota está en el tejado de Moscú», sentenció el político republicano. «Ucrania está dispuesta a la paz. Rusia debe demostrar su disposición a detener la guerra o continuarla», apostilló Zelenski.

Aunque a última hora de este martes el Kremlin no se había pronunciado sobre la propuesta, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, dijo que «no se puede descartar que se produzcan contactos entre representantes rusos y estadounidenses en los próximos días». Por su parte, el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, declaró que «un alto el fuego sin una solución a largo plazo es un camino hacia una rápida reanudación de los enfrentamientos y del conflicto en su conjunto con consecuencias aún más graves».

Finalmente, canales ultranacionalistas rusos y políticos como el general Víktor Soboliov la consideraron «inaceptable» y exigieron a Zelenski «que se rinda» si quiere la paz.

Washington y Kiev acordaron también concluir lo antes posible el acuerdo integral para desarrollar los recursos minerales críticos de Ucrania que se debería haber cerrado en el Despacho Oval. «Los presidentes de ambos países se comprometen a concluir un trato clave para impulsar la economía ucraniana, compensar el coste de la asistencia americana, y garantizar la prosperidad y la seguridad ucranianas a largo plazo», afirmó el comunicado conjunto publicado minutos después de la reunión.

A cambio de aceptar estas condiciones, Kiev volverá a recibir la información de Inteligencia y la asistencia militar que Trump había suspendido la semana pasada y que había provocado multitud de críticas incluso dentro del Partido Republicano. El senador Lindsey Graham, por ejemplo, había dicho que «retirar la ayuda militar a Ucrania es peor que la retirada de Afganistán».

Según informó el diario 'Kyiv Independent', sobre la mesa de diálogo Ucrania también puso el intercambio de prisioneros y la devolución de los 20.000 niños que Rusia ha secuestrado para darles nueva identidad y familia. No obstante, todo parece que estos asuntos se debatirán más adelante.

Muestra de la enorme expectación que había provocado la reunión fue el mensaje que el primer ministro polaco, Donald Tusk, publicó en X por la mañana, antes de que se iniciasen las conversaciones: «Queridos americanos, queridos ucranianos, no desperdiciéis esta oportunidad. Todo el mundo os está mirando hoy en Yeda. ¡Buena suerte!».

Tras haber abordado la tregua y el pacto de los minerales, los representantes de ambos países discutieron las garantías de seguridad que exige para avanzar en las negociaciones. Andrii Yermak, jefe del gabinete de Zelenski, fue quien trasladó las tres condiciones planteadas por su presidente: «En primer lugar, Ucrania debe recibir garantías de seguridad que proporcionen credibilidad al futuro acuerdo de alto el fuego. En segundo lugar, Europa debe actuar con decisión para reforzar y aumentar las sanciones contra Rusia. Y, en tercer lugar, Europa debe tomar el control de los activos rusos congelados para garantizar un apoyo continuo y mayor a Ucrania».

En un artículo en 'The Guardian', Yermak añadió que «nadie desea más que nuestro pueblo que la guerra termine, pero es necesario encontrar una paz que sea justa y sostenible». Para ello, continuó, la disuasión es clave. Por eso aplaudió la propuesta europea para movilizar hasta 800.000 millones de euros para Defensa. «Supondrá una contribución tangible», indicó. «Europa no puede permitir un alto el fuego que sólo sirva para que Rusia se rearme, reconstruya sus fuerzas y vuelva a buscar más territorio y recursos ucranianos».

Mientras las delegaciones de EE UU y Ucrania hablaban de paz, la guerra continuaba en el campo de batalla con más de 200 enfrentamientos en un solo día, 58 ataques rusos en la zona de Pokrovsk, bombas en la estación de trenes de Ivano-Frankivsk y avances rusos en la región de Kursk, ocupada por Ucrania. Previamente, Kiev lanzó la mayor oleada de drones sobre Rusia desde el inicio de la invasión; más de 370 aparatos que causaron tres muertes y graves destrozos.