Sunak da ánimos a una resignada militancia 'tory'

Sunak delineó en sus primeras palabras un contexto para la necesidad del cambio. Según él, el Reino Unido necesita poner fin a un consenso equivocado de tres décadas. Para desplazar la atención sobre la gobernación un tanto caótica de la última década, se remonta al mandato de su correligionario John Major como fecha para el inicio de una supuesta estasis en un cuerpo político que opera en el corto plazo.

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El lema de la conferencia era 'Decisiones de largo plazo para un futuro brillante'. Sunak prometió el primer plan sobre necesidades de personal en los 75 años de historia del Servicio Nacional de Salud, ahora mutilado por falta de médicos o enfermeras y el aumento anual de la edad en la que se permita fumar desde el actual umbral de los 18 años.

En el campo de la educación, prometió que será la prioridad en el gasto público en todos los años de su mandato y adelantó una reforma de la enseñanza secundaria, creando un tronco común para quienes se enfocan hacia la universidad o la formación profesional, y una ampliación de las asignaturas que se estudiarán para lograr una nueva titulación a los 18 años.

Sunak desplegó cortoplacismo. Dice que hará todo lo que sea necesario para acabar con la llegada de botes con inmigrantes, que los delitos sexuales sádicos serán castigados con la cadena perpetua, que cambiará normas para que tengan que trabajar los receptores de subsidios que no están incapacitados. Pero el tren de alta velocidad HS2 fue el otro gran tema de largo plazo.

La filtración a la prensa de deliberaciones en Downing Street sobre la construcción de una línea de tren de alta velocidad que uniese Londres con el norte de Inglaterra ha forzado a Sunak a acelerar la decisión de abandonar la extensión de la línea más allá de Birmingham. Es un proyecto iniciado por el último Gobierno laborista, polémico por su elevado coste y los cambios del presupuesto y el diseño.

La cancelación de parte del proyecto es utilizada por líderes laboristas en Mánchester y otras ciudades del norte, como Sheffield o Leeds, para denunciar el abandono que sufren con los conservadores. Pero la sustitución de esos tramos de alta velocidad por líneas transversales entre este y oeste no es criticada por expertos en la estructura del transporte en Inglaterra.

La decisión sobre el tren -que reducirá media hora del tiempo que se tarda ahora, hora y media, entre las estaciones de Londres y Birmingham- ha acaparado la atención de los medios. Sunak prometió invertir los 40.000 millones que se ahorran con la cancelación en una larga lista de mejoras del transporte, que calentó a la audiencia de la conferencia por primera vez en cuatro días.

La conferencia ha servido como plataforma para la exmandataria, Liz Truss, y las ministras Suella Braverman y Kemi Badenoch. Tras el breve y espectacular fracaso al frente del Gobierno, Truss emerge como líder de un Grupo por el Crecimiento, unido por la reducción de impuestos y de regulaciones, Tendría el número de parlamentarios para anular la mayoría de Sunak en el Parlamento.

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Pero el cuarto primer ministro conservador desde que la mayoría de la población votó en 2016 por la marcha de la Unión Europea no corre peligro de ser derribado por el grupo parlamentario en los próximos meses. Braverman y Badenoch proyectan sus discursos con la idea de competir por el liderazgo del partido en caso de que los conservadores pierdan las elecciones. Sunak ha dado más moral a los militantes para los próximos meses.