Hungría se prepara para 'la riada de la década' por el paso de la tormenta 'Boris', que ha causado 24 muertos en Europa central

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El Danubio se ha visto severamente afectado. El segundo río más largo del continente europeo, con una longitud de 2.850 kilómetros y que atraviesa varios países, ha generado numerosas inundaciones de carácter grave en su historia. La de este año se espera que sea la peor de la última década en Hungría, debido a la acumulación de agua que ha llegado desde Austria a lo largo de la última semana. El primer ministro magiar, Viktor Orbán, alertó el jueves de que el caudal registraría su punto álgido el sábado (21 de septiembre), aunque un día antes lanzó un mensaje tranquilizador a su población: «La situación es seria pero no hay por qué precipitarse, hay tranquilidad en todas partes».

En la capital del país, Budapest, han adoptado medidas extremas para mitigar los daños ocasionados por el posible desbordamiento del Danubio, que atraviesa la ciudad entera. Los propios vecinos se han implicado para que eso no ocurra: De las 6.000 personas que trabajan estos días para levantar los 754 kilómetros de diques temporales, aproximadamente 2.700 son voluntarios. Las autoridades estiman que la altura del río podría llegar a los ocho metros y medio, cerca del nivel máximo de su historia, los nueve metros registrados en 2013. Por eso han calificado la situación actual como la 'riada de la década'.

Según afirmó Gergely Karácsony, teniente de alcalde de Budapest, «la ciudad está preparada para la llegada de las riadas». El nivel de protección es el máximo a lo largo de los 114 kilómetros del río. Mientras tanto, las autoridades han adoptado otras medidas como cerrar el paso peatonal en calles y avenidas cercanas al Danubio. También se han visto afectadas varias líneas de transporte público.

No obstante, las predicciones meteorológicas para los próximos días indican que el tiempo será soleado y sin lluvias en todo el país, lo que podría ayudar a reducir el riesgo de las inundaciones.

La tormenta también ha llegado a la región norteña de Emilia-Romaña, en Italia. Hasta el momento, se cifran en más de mil las personas que han tenido que abandonar sus hogares y, además, se han reportado al menos dos desapariciones en la ciudad de Bagnocavallo, en la provincia de Rávena. Sin embargo, es un episodio menos intenso que el vivido en la misma región durante mayo de 2023, donde las inundaciones dejaron 17 muertos y unos costes estimados de al menos 7.000 millones de euros.

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En otros países como República Checa, hay localidades como Krnov que, según su alcalde, Miroslav Binar, se han sumergido «en un 70%». Los daños están valorados en millones de euros. Durante las inundaciones se han podido observar imágenes que muestran el centro de la ciudad totalmente vacío y otras en las que se aprecia que los vecinos han elevado sus automóviles a varios metros de altura para que no sean alcanzados por el agua.

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Ursula von der Leyen , presidenta de la Comisión Europea, prometió este jueves una ayuda de 10.000 millones de euros para hacer frente a las inundaciones en el centro de Europa: «Son tiempos extraordinarios que requieren de medidas extraordinarias». También reiteró que la cuantía podrá ser usado «según las necesidades específicas de cada país», de forma adelantada, insistiendo en que será «cien por cien dinero europeo».