![El último culebrón en la aristocracia británica: una familia emparentada con Enrique VIII rota por una herencia](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2025/02/15/stratford-2-kxqH-U230869126122NEG-1200x840@RC.jpg)
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Iñigo Gurruchaga
Corresponsal. Londres
Sábado, 15 de febrero 2025, 12:37
Henry Seymour elogió una foto de su familia para atraer visitantes a la hacienda que recibió de sus padres a los 33 años. El marqués ... de Hertford se había casado con una mujer brasileña, Beatriz Karam, y sus cuatro hijos crecían en un lugar y en un estatus privilegiados. El padre acudía a la Cámara de los Lores mientras sus descendientes recibían una buena educación. La mansión con cien camas está a unos 14 kilómetros de Stratford upon Avon, la villa natal de William Shakespeare. En su hall se han filmado películas famosas, como 'La pimpinela escarlata', donde un caballero en toda regla salva a víctimas de la Revolución Francesa. También se rodaron capítulos de la existosa serie 'The Crown' para Netflix, una producción que cuenta peripecias, amores y desconsuelos de los Windsor.
Los Hertford -que utilizan el título de condes de Yarmouth para los herederos del marquesado- viven hoy un drama familiar al que le falta sólo una dosis de violencia para ser totalmente shakesperiano. Quizás no dé para una película, pero las dos partes enemistadas de este clan han sido fotografiadas en los últimos días camino de los juzgados, donde se disputan la posesión de esos 6.500 acres, unos 25 kilómetros cuadrados, de hacienda.
El conflicto deriva de la rebelión de William Seymour, conde de Yarmouth, contra sus progenitores, Henry y Beatriz, porque no le dieron la mayor parte de la hacienda cuando alcanzó la treintena, como sí había hecho su abuelo con su padre. El hijo mayor, que posaba junto a su madre en aquella foto familiar feliz, le escribió una carta dolorosa. Le reprochaba que no se le hubiesen transferido los bienes que le correspondían por promesa oral. Ella intentó disuadirlo explicándole que, en estos tiempos, la jubilación es más tardía. William le espetó que debía reconocer que no tenía capacidad mental para gestionar lo que los británicos llaman el 'estate'.
La realidad es, según su familia, que a diferencia de su padre él sólo se formó para gestionar 'estates' durante un curso y, tras abandonar el prestigioso Colegio de Agricultura en Cirencester, no ha obtenido ningún título que avale sus pretensiones. Su mérito es la producción artesanal de licor de flor de saúco.
Lord Yarmouth parece quejarse de muchas cosas y, entre ellas, del pasado por haber tenido una infancia y juventud solitarias porque sus padres le llevaban a la iglesia y a los trabajos de la hacienda y lo mantenían alejado de sus tres hermanos (un chico y dos chicas), según explicó a una revista de postín, 'Tatler', que le ha servido de canal para contar su historia. Ese sentimiento de soledad comenzó a desaparecer en 2017 cuando conoció a Kelsey en la boda de un amigo común. Fue un flechazo y ambos iniciaron un romance sin retorno. William encontró en la familia de su pareja más calor que en la suya, mientras que su esposa sintió que los Hertford la miraban como una mujer que no encajaba en su círculo.
Kelsey trabajaba en el banco Goldman Sachs y su suegra es hija de un abogado. El padre, Henry, ha afirmado que durante el cortejo matrimonial y después de la boda sintió que la mujer, ocho años mayor que William, no era la adecuada para su primogénito. Los problemas sobre la propiedad de la hacienda fue aireada por la propia pareja. Y una tía de él le escribió una carta pública digna de una pelea de bar, aunque con exquisita prosa.
Durante las vistas judiciales, lord Yarmouth ha dicho que necesitó terapia cuando su familia le negó la cesión de Ragley Hall. Les expulsaron y ahora viven en una modesta villa. Se quejan de que los gestores de la hacienda se niegan a implicarlos. En fin, que los Hertford descienden de una tía de Jane Seymour, la tercera esposa, la más querida quizás, de Enrique VIII. Aquellos amores y desgarros hacen de esta pelea una niñería por unos cien millones de euros.
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