La ONU alerta sobre las «insoportables» cifras de inmigrantes fallecidos en el Mediterráneo

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La ola de migrantes que ha puesto en jaque a países como Italia, Grecia o España, y que se ha intensificado en los últimos meses con cifras que no se veían desde hace casi una década, deja un rastro de muerte a su paso. La ruta conocida como Mediterráneo central, con origen en el norte de África y objetivo en las costas italianas, y en menor medida de Malta, destaca como la más negra en este mapa. Seis de cada diez migrantes fallecidos o desaparecidos en lo que va de año cubrían este trayecto. El Gobierno de Giorgia Meloni, uno de los más reticentes junto a Polonia a la hora de cerrar un pacto migratorio en el marco de la Unión Europea (UE), sabe bien lo que hay detrás de esta tragedia:«Un gran negocio». «Más del 90% de los desplazados que llega a Europa ha recurrido a los traficantes», denunció este viernes su ministro de Interior, Matteo Piantedosi, quien calculó entre 6.000 y 7.000 millones de euros los beneficios que obtienen las redes por la venta de plazas en pateras, viejos pesqueros y otros medios precarios.

Italia ha registrado entre enero y septiembre más de 130.000 llegadas ilegales, casi el doble que en el mismo periodo de 2022 (unas 70.000), con la isla de Lampedusa como uno de los símbolos de esta avalancha. El incremento en Grecia alcanza el 300% y de Túnez –uno de los principales puentes entre África y Europa– han salido unos 102.000 refugiados, un 260% más. En los puertos tunecinos, sólo en agosto, embarcaron casi 1.300 sudaneses que huían del conflicto que soporta su país. Liljert insistió en conocer los «diversos motores» que mueven a los refugiados y advirtió de que, «aunque se dedica una atención significativa a las muertes en el mar, las historias compartidas por los migrantes sugieren que varias tragedias pueden estar pasando desapercibidas». Lo que ocurre durante el cruce del desierto del Sáhara es una de ellas.

El drama migratorio se encuentra aún lejos de los números de 2016, con un récord de 5.136 fallecidos y desaparecidos en todo el año, o de 2015, con un total de 4.055. El verano, eso sí, fue terrible:990 víctimas en el Mediterráneo central, el triple que en los mismos meses del anterior ejercicio. La inmensa mayoría, explican desde la OIM, muere ahogada, pero también hay casos por falta de acceso a una atención sanitaria o las condiciones extremas (desde el calor a la falta de alimento o agua) durante la travesía. Unicef recordó que en esas rutas que a veces se alargan meses se desplazan numerosos menores. Hasta 101 han encontrado desde enero su «cementerio» en este mar. «El devastador peaje que se cobra con los niños y niñas que buscan seguridad es el resultado de decisiones políticas y de un sistema migratorio roto», lamentó Regina de Dominicis, directora de la agencia para Europa.

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Los líderes de nueve países del Mediterráneo se reunieron precisamente este viernes en Malta con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para definir los últimos detalles de un pacto migratorio para gestionar la crisis que se espera que esté listo en los próximos días.