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Iñigo Gurruchaga
Corresponsal. Londres
Lunes, 20 de enero 2025, 19:30
Axel Rudakuban, de 18 años, se ha declarado culpable del asesinato por acuchillamiento de tres niñas que participaban en julio en una clase de danza inspirada en la música de Taylor Swift, en la localidad de Southport. Ha reconocido también el intento de asesinar a ... otros ocho menores y a dos adultos, la profesora de danza y un vecino empresario que intentó salvar a las víctimas.
El acusado reconoció en el juicio que también había elaborado un envase con ricino tóxico y que tenía en su posesión un manual del grupo yihadista Al Qaeda. Sin embargo, la Policía británica no ha calificado el crimen como terrorismo. En la información ofrecida al tribunal se ha descrito a Rudakuban como un joven atraído por la extrema violencia. Había atacado con fiereza a compañeros de colegios, estaba interesado en Gengis Khan, Adolf Hitler y el IRA, grupo terrorista irlandés.
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Las revelaciones en el breve juicio de este lunes han confirmado que el derechista Nigel Farage estaba en lo cierto cuando afirmó poco después del múltiple crimen en su cuenta de la red X, antes conocida como Twitter, que se estaban ocultando datos sobre el asesino, y sugirió que tenía antecedentes. Esas y otras afirmaciones en las redes, que le retrataban como musulmán, fueron señaladas como promotoras de graves disturbios.
Ahora se ha sabido que en edad adolescente estaba siendo vigilado en el programa 'Prevent', prevenir, que con colaboración de escuelas, familiares y miembros de las fuerzas de seguridad intentan evitar que jóvenes radicalizados cometan crímenes de terrorismo. Los datos actuales han llevado a la ministra Yvette Cooper a anunciar inmediatamente una investigación pública de las circunstancias del trágico crimen.
La Fiscalía de la Corona ha descrito a Rudakuban como «un hombre joven con un interés enfermizo y sostenido por la muerte y la violencia extrema». En su primera escuela rompió la muñeca de otro chico con un palo de hockey. Le llevaron desde entonces a colegios especiales para niños con trastornos mentales. En la última, los profesores sólo le trataban en su casa y pedían que les acompañase algún policía. Permaneció recluido en el domicilio de sus padres durante un largo tiempo. Habían llegado a Gales, donde nació Axel, desde Ruanda y de manera legal se establecieron en el Reino Unido. Vivían en una pequeña localidad, Banks, próxima a Southport. Es muy probable que sea condenado a cadena perpetua este jueves, aunque por su edad no se puede dictar que tendrá que cumplirla enteramente.
El crimen provocó unos disturbios que comenzaron en la misma Southport en la noche del día del crimen y se extendieron por numerosas ciudades de Inglaterra. Grupos en su mayoría de hombres atacaron mezquitas, residencias para inmigrantes y refugiados, y atacaron también a miembros de las fuerzas de seguridad. Unos 1.200 participantes en los disturbios fueron detenidos y unos 400, imputados.
Además de la conmoción causada por un crimen tan desdichado -príncipe y reyes acudieron a Southport para mostrar su empatía a las familias de las víctimas y a la población de la villa del noroeste de Inglaterra- el suceso será recordado por una extraña quiebra del orden público y por causar divisiones agudas en la política británica.
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