Alemania, Polonia y República Checa acuerdan actuar unidas contra el tránsito ilegal de desplazados

«Queremos unidos acabar con el cruel negocio de las bandas de traficantes de personas, que buscan el máximo beneficio de la necesidad de la gente y hacen contrabando de personas a riesgo de la vida de estas a través de las fronteras», afirma Faeser en un comunicado emitido por el Ministerio federal de Interior. «A la vez pretendemos prevenir y evitar los ingresos ilegales» en Alemania, señala la ministra en la nota, en la que se subraya que los controles flexibles y móviles tienen como fin evitar que los contrabandistas cambien sus rutas para evitar la acción de las policías fronterizas.

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Faeser había presentado ya anteriormente planes para reforzar los controles flexibles y móviles en las fronteras de Alemania con la República Checa y Polonia. La política socialdemócrata no había rechazado tampoco la posibilidad de establecer controles permanentes en los antiguos puestos aduaneros, que, sin embargo, deben ser solicitados ante la Unión Europea y normalmente deben ser limitados en el tiempo. Ese tipo de controles existen actualmente de manera temporal y esporádica en la frontera entre Alemania y Austria desde el otoño de 2015, cuando comenzó la ola de refugiados que llegaron entonces por la llamada vía de los Balcanes. Una medida igual es exigida ahora en las fronteras con Polonia y la República Checa por parte de la oposición conservadora.