Trump amenaza con «veinte años de cárcel» a quienes vandalicen un Tesla

«Quienes sean descubiertos saboteando 'Teslas' tendrán muchas posibilidades de ir a la cárcel hasta veinte años, incluyendo a los financiadores. Los estamos buscando», ha señalado el líder republicano en su red social. Tales palabras no son una excentricidad más del mandatario. Las ha difundido horas después de que la fiscal general, Pam Bondi, anuciase que el vandalismo contra la compañía será considerado delito federal con la calificación de «terrorismo doméstico».

De esta manera, sus autores podrían pasar a tener una consideración parecida a los detenidos por ataques supremacistas blancos, como es el caso de Patrick Wood, el joven de 23 años que en 2019 mató con un fusil semiautomático a veinte personas en un centro comercial de El Paso, radicales islámicos o los propios asaltantes del Capitolio en enero de 2021. Con la salvedad de que Trump ha tramitado el indulto para estos últimos.

El anterior presidente, Joe Biden, declaró en 2021 que el terrorismo interno suponía «la más urgente amenaza terrorista que Estados Unidos enfrenta hoy en día», Sin embargo, ni el FBI ni el Departamento de Justicia han hecho un dibujo lo suficientemente encuadrado y nítido que haya permitido elaborar una norma federal al respecto. Los jueces suelen manejar esta terminología en función de la gravedad de los hechos.

Un asesinato múltiple, el hallazgo de documentos o escritos que prueben una intencionalidad política o ideológica del agresor, la destrucción de propiedades y el incendio provocado figuran entre los delitos más dados a considerar que son de naturaleza terrorista. Quienes queman concesionarios con cócteles molotov son los candidatos perfectos para recibir las condenas más altas.«Si van a tocar un Tesla, ir a un concesionario, hacer cualquier cosa, más les vale tener cuidado, porque vamos a por ustedes», ha dicho la fiscal general en Fox News.

El propio Trump y Bondi ya habían adelantado el endurecimiento de las penas para el vandalismo contra la firma automovilística. Pero la fiscal anunció este jueves por la noche que hay ya tres acusados formales bajo este paraguas. Son tres hombres que arrojaron cócteles molotóv contra coches y concesionarios en Colorado, Oregón y Carolina del Sur. Se enfrentan a entre cinco y veinte años de prisión. Uno de ellos podría afrontar la condena más dura después de que disparase contra una tienda Tesla.

«Continuaremos las investigaciones que impongan severas consecuencias a los implicados en ataques, incluidos los que operan entre bastidores para coordinar y financiar los crímenes», señaló la fiscal, en línea con las apreciaciones del presidente, que ve la mano de «organizaciones de izquierda» en los sabotajes., o las de Elon Musk, quien culpa a «multimillonarios de izquierda».

Desde hace semanas, un movimiento denominado Tesla Takedown ha organizado protestas contra el asesor presidencial por su recortes laborales y sociales, así como por el cierre de la agencia de inversiones en programas humanitarios. Al magnate y jefe de la Oficina de Eficiencia Gubernamental Trump le ha ofrecido un buen espaldarazo sta semana al hacer promoción de los coches delante de la Casa Blanca y anunciar que él mismo piensa comprarse un Tesla eléctrico de alta gama. Tampoco lo ha hecho mal el secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien ha salido en televisión para recomendar la compra de acciones de la compañía. «Es increíble que las acciones de este tipo estén tan baratas. Nunca volverán a estar tan baratas», dijo.

Los escasos pronunciamientos de Musk parecen más bien, según los analistas, una manera de no acusar el golpe en un momento en que la cotización de sus acciones bajas y existen inversores que se están marchando pese a haber sido defensores a ultranza de Tesla. Los problemas no solo se le concentran en Estados Unidos. En Canadá la Policá ha registrado daños en más de 80 coches de la marca este jueves en un aparcamiento de Hamilton, en Ontario, que han sufrido pinchazos y daños en las carrocerías. La población donde ha ocurrido el múltiple sabotaje es uno de los principales centros metalúrgicos del país, al que Trump ha impuesto aranceles al acero.

Varias ciudades canadienses han registrado mnifestaciones en contra de Musk y dos personas han sido detenidas en Ottawa por rociar con pintura rosa un concesionario de su marca. Parece que las declaraciones de Musk en apoyo a la ultraderecha y el negacionismo climático impertante en la Administración de Trump han influido en el entusiasmo de automovilistas que habían comprado un coche de la marca bien por sus creencias medioambientalistas o por la atracción hacia la «inteligencia» de su fundador.