La eclipsemanía se apodera de Estados Unidos

«No te pierdas un evento que hará historia», les animaba la NASA. «Vivir un eclipse solar total que atravesará Estados Unidos es una oportunidad especial. ¡Prepárate para ponerte los visores solares, salir y disfrutar de esta experiencia única!».

Tan preparados están los estadounidenses para un evento que se produce cada año y medio en algún lugar del mundo, pero no en su propia geografía desde 2017, que los vuelos a ciudades como Dallas, Austin, Cleveland o Indianápolis estaban agotados. Compañías de alquiler de coches como Hertz habían experimentado un aumento de 3.000% en el número de reservas a las ciudades en la franja transversal en la que se verá el eclipse total. En esas, los hoteles están agotados y Airbnb dice haber experimentado un aumento de más del 1000% en el número de búsquedas.

A muchos no les bastará con tomarse el fin de semana de puente, han planeado bodas para recordar el eclipse en cada aniversario e intentarán concebir un hijo durante el fenómeno celestial para dar a luz a una criatura realmente especial. La Biblia describe un evento similar al eclipse durante la crucifixión de Jesús, y el libro islámico de Hadith narra otro fenómeno similar tras la muerte del hijo del profeta Mahoma.

La magia y los augurios son gratuitos, como los millones de visores que reparte el Ayuntamiento de Nueva York en las bibliotecas públicas desde hace semanas para evitar que quienes miren al sol sufran daños de retina. Habrá telescopios en los parques, charlas de científicos y aglomeración en las azoteas de los rascacielos. La Gran Manzana experimentará un eclipse del 90%, que según los expertos será fascinante, pero nada que ver con un eclipse total.

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A las 3:17 pm de la tarde -hora local-, el condado de Chautauqua, en Nueva York, se quedará a oscuras. La historia cuenta que en ese momento habrá pájaros que se caigan de las ramas y animales nocturnos que despierten confundidos. Los domésticos pueden volverse locos con este trastorno. Habrá que esperar que los perros aúllen y los animales de granja intenten volver a sus cercas, con una orquesta de sonidos confundidos. Toda una experiencia para la que quienes no pueden pagar las disparatadas cifras de los hoteles o no han encontrado dónde quedarse conducirán siete horas de carretera desde Nueva York en cada sentido solo para vivir dos minutos y medio de la historia.

Se anticipan carreteras tan abarrotadas que las autoridades recomiendan llevar comida en el coche y suficiente combustible para quienes se queden atrapados en atascos históricos. Las compañías telefónicas han instalado antenas repetidoras para reforzar la señal, conscientes de que nadie desperdiciará la oportunidad de compartir ese momento en las redes sociales, si la banda ancha no se vuelve estrecha.

Por si acaso, las prisiones de Nueva York han decidido encerrar a todos los reos en sus celdas, no vaya a ser que a ellos también les afecte el fenómeno. Lidiar con presos peligrosos en la oscuridad justifica la medida, que ha sido recurrida en los tribunales por algunos presos, que aceptan ser privados de su libertad pero no de la oportunidad de celebrar el fenómeno.

Lo primero que sentirán los afortunados será un descenso de la temperatura, un cambio de viento, la aparición de astros brillantes en el cielo y el silencio de pájaros e insectos, que no habrán tenido tiempo de prepararse para una noche en mitad del día. Es de esperar que eso afecte al ritmo circadiano de todos, con posibles alteraciones del sueño. Si el cielo está claro verán «un anillo de diamantes» alrededor del Sol, segundos antes de que la luna lo bloquee, por lo que incluso se recomienda vestir colores verdes esmeralda y rojo sangre para que la luz destaque el contraste y los intensifique con su reflejo en la oscuridad.

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Un fenómeno para la historia que puede convertirse en una pesadilla histórica para cuántos esperan dejar la ciudad de Nueva York en la madrugada del lunes, camino de Buffalo, Rochester o Syracuse, en busca de una profecía celestial.