Dimite el presidente de Rumanía presionado tras la anulación de las elecciones de diciembre

El país, miembro de la Unión Europea y la OTAN y vecino de Ucrania, atraviesa una crisis institucional desde el año pasado, cuando el candidato ultraderechista y crítico con la OTAN, Calin Georgescu, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Tras acusaciones de interferencia rusa —negadas por Moscú—, el Tribunal Constitucional anuló el proceso electoral.

Las elecciones, que se repetirán en dos rondas el 4 y el 18 de mayo, habían llevado al Tribunal Constitucional a establecer que Iohannis permanecería en el cargo hasta la elección de su sucesor. Sin embargo, en enero, tres partidos de extrema derecha, que suman el 35% de los escaños parlamentarios, presentaron una moción para destituirlo.

Con la votación en puerta y la baja popularidad del presidente, algunos analistas advertían que diputados de partidos proeuropeos podrían respaldar la moción, dándole la mayoría necesaria.

«Esta petición tendrá consecuencias tanto a nivel interno como internacional», declaró Iohannis al anunciar su renuncia. «Para evitar a Rumanía esta crisis inútil y negativa, dimito del cargo de presidente».

El presidente interino será el líder del Senado, Ilie Bolojan, del Partido Liberal, que forma parte de la coalición gobernante. Su mandato tendrá poderes limitados hasta que se celebren las elecciones.

Mientras tanto, los tres partidos de extrema derecha han utilizado su campaña contra Iohannis para movilizar protestas y marcar la agenda política, reforzando su influencia desde la victoria de Georgescu en la primera vuelta de los comicios.