Argentina elige presidente entre el miedo a Milei y la mala gestión de Massa

«Milei NO!». En esta recta final, el Gobierno intensificó el uso del Estado para extender el pánico contra Javier Milei, el aspirante que ha sorprendido al oficialismo que aspira a mantenerse en el poder de la mano del peronista Sergio Massa, líder de Unión por la Patria. Que existe miedo es una realidad. El país está ante una decisión crucial. El libertario niega el cambio climático, propone desbaratar el Ejecutivo y la justicia social, y ha llegado a decir que está a favor de las armas y en contra del aborto. Tiene el apoyo de Mariano Rajoy, idolatra a Donald Trump y se alinea en el mismo equipo de Jair Bolsonaro. Y no para de gritar: «¡Viva la Libertad, carajo!».

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El ultra no tardó en responder. En un mensaje grabado señaló que la clase política había intentado asustar a los argentinos con mentiras sobre su candidatura. Con la habilidad que le caracteriza, le dio una vuelta a su discurso. Negó que fuera a privatizar la salud, la educación, el fútbol... «Lo que si vamos a hacer -dijo- es terminar con la inflación para siempre, poner fin a la inseguridad para siempre, también acabar los privilegios de los políticos para siempre. Ese es nuestro compromiso con la democracia y con todos los argentinos de bien. No te dejes asustar, que la esperanza venza al miedo. Este domingo el cambio está en tus manos».

De la campaña de desprestigio hacia el derechista no se salva ninguna de sus ideas, muchas de las cuales darían un vuelco total al país y son consideradas por expertos económicos como peligrosas para la estabilidad de la nación. Aun así, aparece con un ligero favoritismo en las encuestas. Ya figuraba así en los sondeos de la primera vuelta pero terminó segundo. A sólo dos días de la gran cita, el partidario de Trump y Bolsonaro colocó sobre la mesa la posibilidad de fraude electoral. La Libertad Avanza denunció este viernes ante la Justicia argentina que en la primera cita con las urnas la policía militar -que custodia las papeletas- alteró las actas para beneficiar al oficialismo.

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Massa, en cambio, habló de amor y también de esperanza, «que siempre le ganan al odio, a la bronca y a la violencia». El actual ministro de Economía, al que se le achaca la mayor inflación que ha sufrido el país, dijo que quería empezar una nueva historia, destacó que es consciente de los errores cometidos por el Gobierno «que lastimaron y enojaron a los argentinos», pidió disculpas y prometió diálogo y buscar consensos.