Todos con Nauzet Alemán

Juan Carlos Socorro, segundo entrenador de la Unión Deportiva, estaba al pie de la guagua en el garaje interior del Nuevo Colombino cuando Nauzet Alemán, rostro serio, subió a la misma. «Le ha echado huevos, ¿eh?», le preguntó alguien. El técnico fue incapaz de responder más que con un suspiro repleto de admiración. Nauzet Alemán jugó ayer en Huelva. Lo hizo todo el partido. Antes había pactado con Sergio Lobera jugar solo primera mitad; luego se ducharía y sería conducido por Antonio Gil al aeropuerto de Sevilla para tomar un vuelo a las 20.30 horas con destino Gran Canaria. El motivo, una llamada para informar de un empeoramiento en el estado de salud de su padre.

Llegado el intermedio, el momento previsto para el relevo, Nauzet le dijo a Lobera que no se iba. Que aguantaba hasta el final del partido. Eso, con el equipo sudando más de la cuenta en el campo y con un futbolista menos por la expulsión de Jeison Murillo unos minutos antes. «Ha demostrado porque es uno de nuestros líderes», subrayaba Deivid en las entrañas del campo, cuando Nauzet estaba todavía en el vestuario pegado al teléfono recibiendo novedades desde la Isla.

Fue un día tenso y crudo para Nauzet. Una mañana de mucho trajín en el hotel NH Luz de Huelva. Llamadas a cada segundo con todo lo que sucedía en su ámbito familiar. Los responsables de la expedición de la Unión Deportiva maquinando la manera más factible de conseguir ese billete de vuelta que al final no se uso. Todos arropando a un futbolista que ayer exprimió hasta la letra pequeña la definición más certera de compromiso. Su papel en el partido es lo de menos. Su gesto fue estímulo para sus compañeros, admirados en el esfuerzo del de Las Mesas por compartir una dura jornada de juego.

Hasta Lobera, hombre contrario a personalizar en nombres concretos, quiso elogiar la figura del 14 amarillo tras el partido. Él, es obvio, no quiso hablar cuando dejó el vestuario. Con una mueca de preocupación imborrable, agradeció con una sonrisa correcta el guiño de esperanza que le dedicaban ajenos y propios en su camino a la guagua. Ayer en Huelva toda la Unión Deportiva llevó el 14 de Nauzet Alemán en su espalda. Y quieren una victoria ante el Mirandés para dedicársela.

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