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La ascensión al Meru, segunda montaña más alta de Tanzania, se utiliza habitualmente como preparación y aclimatación para una posterior ascensión al Kilimanjaro. La expedición Ralons Gran Canaria, con el nueve veces medallista olímpico Enhamed Enhamed, ayer inició el camino hasta su cumbre, que alcanzará en tres jornadas.
El Meru (4.565 metros) está eclipsado por el archiconocido Kilimanjaro, la cima más alta de África, pero sigue siendo una impresionante montaña independiente y supone una magnífica ascensión de tres o cuatro días, con rampas exigentes y fases complejas cerca de su cima.
El itinerario, que discurre íntegramente dentro del Parque Nacional de Arusha, esconde muchos atractivos y tiene mayor dificultad técnica que el Kilimanjaro, según reconoce el jefe de la expedición, Javier Cruz. «Sin ser difícil, no es ningún paseo, y en su última etapa es bastante pedregoso a más de 4.000 metros». Pero en ningún caso se necesitará material específico ni técnicas de alpinismo para que los cinco isleños logren el primer objetivo.
Según reza en la información descrita por el parque nacional, el Meru es un estratovolcán activo, aunque gran parte de su volumen se perdió hace unos 8.000 años, debido a una explosión volcánica. En su interior se formó un cono secundario dentro del inmenso cráter originario (el denominado cono de ceniza). Su última erupción fue en 1910, una erupción menor, por lo que se considera un volcán activo. Actualmente queda una parte del cráter, que forma una cresta en forma de herradura, por donde discurre el sendero hacia la cima. La ascensión se hará de forma progresiva y en tres fases, pernoctando en los dos refugios que existen en la única ruta existente. Al hallarse dentro de un Parque Nacional, con abundante fauna salvaje (jirafas, elefantes, antílopes, búfalos, monos, jabalís) es obligatorio ir acompañado de un guía local armado, al menos las dos primeras jornadas, puesto por encima de 3.500 metros ya es difícil encontrar animales. La jornada para el grupo isleño comenzó temprano. Y aunque el primer tramo de la ascensión solo duró unas cinco horas, es importante la progresiva aclimatación para cumplir con éxito los siguientes objetivos del viaje tanzano. La representación canaria inició el itinerario hasta la cima del Meru desde la Momella Gate (1.500 metros), que se encontraba a una hora en coche desde el pueblo de Moshi, hasta el Refugio Miriakamba Hut (2.514 metros). Siguió, por tanto, un sendero por el bosque con escalones pronunciados y la presencia constante de animales en la ruta.
Por este motivo no se permite acampar de camino a la cumbre, pero sobre todo en el primer refugio. La expedición grancanaria partió, tras protegerse antes del sol y de los mosquitos con repelentes para evitar la malaria, por el sendero del bosque, y nada más comenzar el camino atravesaron unos prados donde habitualmente pastan manadas de búfalos. Los guías van atentos y la mayoría de las veces armados ante posibles movimientos de los animales.
Poco a poco el sendero se fue empinado mientras el bosque se hacía más frondoso. Entretanto los montañeros canarios se entretenían presenciando relativamente cerca a jirafas y diversos tipos de monos habituales en la zona. El último tramo es entre un frondoso y húmedo bosque superando ya los 2.000 metros de altitud. Este recorrido, unidos por la barra direccional para guiar a Enhamed Enhamed hasta la cumbre del Meru, se hizo en casi cuatro horas 3 hasta llegar al refugio Miriakamba, donde proseguirá la aventura en la segunda fase hasta la cima del monte Meru.
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