La magia negra amenaza al barranco de los Molinos

Catalina García

Martes, 20 de noviembre 2012, 00:00

La magia negra amenaza el barranco de Los Molinos, uno de los humedales más importantes de la Isla que forma parte, por su vertiente norte, del Parque Rural de Betancuria. El sábado aparecieron flotando en el Charco de los Gopares, a mitad de camino entre Tefía y la playa, los restos sangrientos de una nueva ceremonia que se celebró al amanecer.

Los vecinos de Tefía y Los Molinos denuncian que este tipo de ritos contamina a uno de los pocos barrancos que lleva agua todo el año en Fuerteventura. La ceremonia del sábado acabó con un baifo y un gallo descabezados, flotando en el agua, calabazas, flores y ropa blanca esparcidas por los matos de alrededor.

No es el primer ritual que deja rastro en el humedal, con la consiguiente contaminación del acuífero, malos olores y moscas. En septiembre, también otro amanecer, la sangre de media docena de gallinas y palomas volvió a teñir las aguas de un barranco que recorren numerosos senderistas por su verdor y por las numerosas aves que allí viven. Nadie en Tefía, ni mucho menos en Los Molinos, teme a la magia negra. «No estamos hablando de miedo al vudú y cosas de esas que son pura tontería y que nadie cree. No, es por la imagen, por los malos olores y el agua contaminada ».

La de septiembre y la de este sábado son las ceremonias que han dejado más rastro, pero los vecinos suman aquí y allá y concluyen que los rituales «raros» se producen desde hace casi un año. A veces en el barranco, otras veces incluso en la playa de Los Molinos.

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Señalan incluso el vehículo, marca y color exacto que aparca en las inmediaciones del charco, siempre al amanecer o con la última luz de la tarde.