González Arroyo: "El alcalde de La Oliva soy yo, guste o no guste"

En el pleno presidido por Domingo González Arroyo, condenado por prevaricación a nueve años de inhabilitación, el Ayuntamiento de La Oliva dio el visto bueno ayer con los votos del PPMajo, CC y NC a la liquidación de las cuentas del 2014 y a la solicitud de un crédito para obras en dos desalinizadoras de la empresa pública Suministro de Aguas de La Oliva, que suponen un total de 3,4 millones de euros para las arcas municipales. Ni el alcalde en funciones Pedro Amador, ni el Partido Popular (PP), ni el PSOE y ni Votemos La Oliva acudieron a una convocatoria firmada por un alcalde que no reconocen, en un episodio más de la situación de incertidumbre que pesa sobre el Ayuntamiento.

De Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC) partió la solicitud urgente y extraordinaria de este pleno que el notificador sí llevó a todos los concejales y durante el que González Arroyo proclamó que «el alcalde de La Oliva soy yo, guste o no», recordando -en referencia a Amador- que «el otro yo mismo lo he cesado». Al terminar la sesión que no contó con la presencia de la secretaria en funciones por encontrarse enferma, anunció que «no les digo adiós porque la Ley está de mi parte y voy a estar más tiempo de lo que muchos creen».

«Lágrimas como chorizos». Su permanencia al frente de La Oliva la justificó en que va a ganar los dos litigios que tiene en marcha «y, si los gano, las lágrimas van a ser como chorizos», refiriéndose al recurso presentado contra la sentencia de inhabilitación por nueve años del Juzgado de lo Penal número 2 «que todavía puedo ganar en la Audiencia y ante el Supremo»; y al contencioso-administrativo interpuesto contra el plazo de diez días dado por la Delegación del Gobierno en Canarias para celebrar el pleno de su cese, «un plazo que al recurrir se suspende».

Sobre la orden de la junta electoral central de ser sustituido por Rafael Benítez, número 6 del PPMajo, en aplicación de la sentencia de inhabilitación por prevaricación, González aseguró que "no faltaría más que te echaran sin darte oídas y ni la junta electoral ni el delegado del Gobierno me han oído".

A los medios de comunicación: "Jamás tendré dinero para pagarles la publicidad que me están haciendo". Durante la primera media hora del pleno, se discutió sobre la legalidad de la convocatoria y el desarrollo, que la nacionalista Claudina Morales abordó y que salvó una llamada de teléfono a la otra funcionaria enferma. González comentó dirigiéndose a los medios de comunicación que «jamás tendré dinero para pagarles la publicidad que me están haciendo, gracias a la que Fuerteventura entera está girando en torno a mí».

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